Redacción – David Ferrer vivirá emociones fuertes en sus dos últimos torneos, en Barcelona y Madrid, donde la afición le brindará homenajes a la altura de su excepcional categoría como tenista y persona.
A falta de lo que ocurra en esas dos citas, David ya tiene el partido de despedida que le puede servir de epitafio deportivo, resumen perfecto del mejor legado que dejará al tenis y ejemplo para cualquiera: su carácter guerrero e inagotable capacidad de lucha sea quien sea el rival.
David, de 36 años, dejó su Xàbia natal por Barcelona con 14 y allí el apodo que le puso el técnico Nito Llorens ya fue premonitorio sobre esa virtud del alicantino: ‘Ferru’, mezcla de su apellido y la palabra ‘Ferro’ (hierro en catalán). “Me lo puso sobre todo por mi carácter”, recordaba hace años el tenista.
“David es quizás el mayor luchador que jamás hayamos visto en el tenis. Lo que ha hecho en los últimos 15 ó 20 años ha sido absolutamente increíble”, le piropeó Alexander Zverev el mes de diciembre pasado tras sudar muchísimo para batirle en la Copa Hopman (6-4, 4-6, 7-6), donde empezó su gira de adiós al tenis profesional.
El alemán, que venía de ganar el Masters, volvió a jugar en febrero con Ferrer en Acapulco. Allí le venció con más holgura (7-6, 6-1), así que cuando le ganó el sábado el primer set en el Masters 1.000 de Miami, Zverev veía el camino despejado hacia la 3ª ronda.
Sin embargo, lo que ocurrió a continuación fue una respuesta conmovedora de ese guerrero nato, de ‘Ferru’, que honró al tenis con su fe y su alegría por el juego hasta alcanzar la victoria: 2-6, 7-5 y 6-3 en 2h.22’ contra el nº 3 mundial, tan aturdido que incluso cometió 12 dobles faltas.
Feliz con su entrega, su fe, corriendo de un lado a otro, pegando sin miedo y tuteando al mejor exponente de la ‘Next Gen’, David, obviamente, se metió al público en el bolsillo.
“Esta victoria significa mucho para mí, es especial porque es mi último año como profesional y ganar esta clase de partidos contra un top-10 es un regalo. Estoy muy contento e intentando disfrutar cada punto y cada momento. No puedo jugar a mi mejor nivel nunca más, pero quiero tener energía y jugar lo mejor posible en cada partido”, afirmó el alicantino.
Ferrer se medirá este lunes a otro joven al alza, de 21 años como Zverev, el estadounidense Frances Tiafoe (34º), con una plaza en octavos en juego. Será el primer enfrentamiento entre ambos, otra ocasión para disfrutar de un tenista singular.