Inglaterra e Italia empataron sin goles en partido de la Liga de Naciones de Europa

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Once meses después de proclamarse campeona europea en Wembley ante Inglaterra, la nueva selección italiana, totalmente reestructurada tras quedarse fuera de su segundo Mundial consecutivo, demostró que está en fase de claro crecimiento y volvió a atragantarse al equipo de los ‘tres leones’, que no acaba de levantar cabeza en esta Liga de Naciones.

El renovado conjunto de Roberto Mancini exhibió una imagen atractiva, por momentos solvente, firme en la faceta de contención, atrevida hacia delante y con mucho veneno, aunque carente de acierto ante un buen Aaron Ramsdale. Tuvo varias ocasiones claras como para saltar la banca en Molineux, aunque también el cuadro de Gareth Southgate las tuvo para desnivelar a su favor el marcador.

El 0-0 no refleja ni mucho menos lo acaecido en el vacío estadio de los ‘Wolves’ -se jugó a puerta cerrada por los incidentes acaecidos en la final de la Eurocopa-. Hubo oportunidades lo suficientemente claras en ambas porterías como para que el electrónico hubiera variado, pero entre el meta del Arsenal y la falta de acierto de los delanteros locales resultó imposible. El resultado deja última del grupo a Inglaterra y líder a Italia.

En los diez primeros minutos, Frattesi, Tammy Abraham y Mason Mount -al larguero-, avisaron de la dinámica del partido, dominio territorial de Inglaterra con llegadas peligrosas y respuestas importantes de la ‘azzurra’.

No obstante, a Inglaterra, que tuvo su mejor arma en las incursiones del lateral Reece James y sus centros, le faltó mayor precisión en el juego entre líneas de Mason Mount y Grealish como para poder arrollar realmente a Italia, que creció con el balón, pero ahí se encontró con Ramsdale, impresionante en un remate a placer de Tonali y firme al borde del descanso ante Pessina y Locatelli.

Sterling, que portó el brazalete de capitán hasta que Southgate recurrió a Harry Kane, tuvo en sus botas el gol a la vuelta de vestuarios, pero, en inmejorable ocasión, remató muy mal y el esférico se marchó alto, toda una señal de su pobre partido.

Acabó siendo sustituido a once minutos del final por el joven Bukayo Saka. Para entonces Southgate ya había buscado soluciones con Bowen, Kalvin Phillips y el propio Kane, pero no las encontró. Italia, que también movió el banquillo, se mantuvo firme y siempre fue una amenaza.

Buenas noticias de nuevo para el cuadro de Mancini tras las decepciones de perderse otro Mundial y caer en la Finalissima ante Argentina, y confirmación de una mala ‘ventana’ de junio para Inglaterra hasta ahora, con tres partidos en los que ha sido incapaz de ganar, con un equipo sobre el papel muy potente, poderoso, al que cuesta batir pero al que le cuesta encontrar el camino del gol.