Redacción – Iker Casillas ha abandonado este lunes el hospital de Oporto en el que se hallaba ingresado desde que la pasada semana sufrió un infarto de miocardio mientras estaba entrenando con el club portugués.
En medio de una gran expectación mediática y visiblemente emocionado, con la voz entrecortada en más de una ocasión, el ex portero del Real Madrid y de la selección española no ha resuelto las dudas sobre su posible retirada.
“No sé mi futuro”, ha afirmado el jugador en su alocución ante los medios. “Lo importante ahora era estar bien y poder estar aquí. Lo puedo contar y lo podéis ver y esto es lo mejor. Ahora lo que toca es reposar, no sé si dos semanas o dos meses, da igual, lo importante es estar aquí”.
Acompañado de su pareja, la periodista Sara Carbonero, que se ha mantenido en un segundo plano, Iker ha reiterado su “profundo agradecimiento a la gente” que se ha interesado por su estado, que le ha mandado “miles de mensajes y vídeos a través de las redes sociales” y a los servicios médicos del Oporto que lo trasladaron de urgencia al hospital para paliar las consecuencias del infarto.