Era la primera vez que hablaba Guardiola tras la crisis que hubo en el Camp Nou por Messi. El de Santpedor, sin embargo, fue escueto y prudente: “No tengo nada que explicar. Leo se expresó a la perfección. Es jugador del Barça, club al que amo, y nada más. No sé qué intenciones tiene en un futuro”, comentó el entrenador de un City que estuvo a punto de llevarse al 10, frustrado después de un final de temporada aciago, marcado por el 2-8 frente al Bayern.

Guardiola pasó página de este asunto y se centra en la Premier: “Tengo suerte de trabajar en este club y con estos jugadores”, dijo. Arranca el catalán su quinto año en Manchester, lugar en el que más tiempo ha pasado. Tiene cuerda para rato aunque su contrato acaba en junio, y las preguntas sobre su futuro van a ser habituales: “Quiero esforzarme más para que el equipo juegue mejor y la gente se sienta orgullosa. Ya se verá qué pasa con mi futuro”, apuntó.

El City se estrena el lunes en la cancha del siempre complicado Wolves, sin Agüero, al que aún le queda entre uno y dos meses de recuperación, y sin Laporte, que regresó esta mañana a entrenar tras pasar el COVID: “Marez llega a tiempo”, confirmó Guardiola de cara a un encuentro en el que pueden debutar Aké y Ferran Torres: “Queremos ayudarles a adaptarse. Estoy contento por cómo ha ido el mercado hasta ahora. No sé si llegará alguien más”, matizó Pep.

A Liverpool aterriza Thiago en las próximas horas, jugador al que Guardiola conoce bien de su era en el Bayern: “No estuvimos interesados en traerle a Manchester. Tenemos a otros futbolistas en esa posición. Pero tengo que decir que estoy contento de que venga a Inglaterra. La Premier va a disfrutar de un gran tipo”, concluyó el entrenador de un City que quiere recuperar el trono después de que el cuadro de Anfield se impusiera en Inglaterra treinta años más tarde.