Redacción – Antoine Griezmann se emocionó cuando finalmente supo que su fichaje por el Barça iba a ser una realidad. “Llamé a mi padre y empecé a llorar de felicidad porque ya estaba, ya se había acabado todo. Estaba con mis amigos, con mi mujer, con mis niños y fue un momento increíble”, se sinceró el francés en una entrevista a Marca, que ha facilitado un avance.
También reconoció que no espera un recibimiento amistoso por parte de la afición del Atlético cuando juegue en el Metropolitano: “Sé que habrá una pitada. Es parte del fútbol: me han querido mucho y cuando alguien se va, puede doler. Es como en la Real: mi primera visita no fue fácil, pero yo siempre tendré a la Real y al Atleti en mi corazón porque me han dado muchísimo”.
Sobre cómo se está sintiendo en el Barça, manifestó que “bien, muy bien. Con mucho estrés, mucha presión para concretarlo todo. Tenía ganas ya de terminar mis vacaciones y de empezar este nuevo reto. Y la verdad es que en el vestuario me han recibido muy bien: jugadores, cuerpo técnico y médicos y, de momento, estoy disfrutando y ojalá pueda coger confianza pronto para hablar, ser yo mismo y disfrutar”.