Redacción – En un desenlance inesperado, Flamengo le dio vuelta el partido a River Plate en la final de la Copa Libertadores, y con dos goles de Gabigol, terminó ganando una final histórica en Lima. Y es el nuevo rey de América.

River salió a jugar como siempre. Presionando, mordiendo en toda la cancha. Y si bien Flamengo arrancó un poco mejor, dominando el balón y tratando de hacerse dueño del encuentro, al equipo brasileño le duró poco el dominio.

Porque el millonario enseguida recuperó la postura, se hizo dueño de los rebotes y del partido, sin tener tanto la pelota, pero mostrando estar agazapado y esperando los espacios para aprovechar las contras.

Así, a los 14 minutos, llegó el gol. Un anticipo que quedó corto en el borde del área, la recuperación de Enzo Pérez y el centro atrás que tras no poder ser rechazado por los defensores brasileños, le quedó servido a Santos Borré para el 1 a 0.

Se desmoronó Flamengo a partir de ese momento. Todo fue de River, que de contra pudo haber aumentado las diferencias en esa primera etapa. A los 20, casi De la Cruz define en el área chica tras un centro de Suárez, y a los 36, un remate desde afuera de Palacios tras una gran contra casi termina en gol.

River dominó todo, con autoridad, al punto de que los brasileños no patearon ni una vez al arco. Armani, casi no intervino en el juego.

En la segunda mitad el partido fue más intenso. Flamengo obligado a buscar mostró otra cara, y el partido se hizo por momentos de ida y vuelta.

Los brasileños tuvieron un par de chances para empatar, pero les faltó precisión en la parte final de la cancha. Una de las más claras fue con polémica: a los 11 del complemento un remate de Gabriel Barbosa dio en la mano de De la Cruz, la jugada siguió y Armani tapó abajo muy bien un remate de gol.

El VAR le puso suspenso, pero finalmente nada se sancionó. A 15 del final el conjunto de Brasil tuvo otra chance clara, donde primero no pudo Gabriel Barbosa y luego De Arrascaeta tampoco logró conectar bien de chilena.

Pero River de contra contó con sus chances para aumentar. Y pudo hacerlo en varias ocasiones. Le faltó la puntada final. Sin embargo, el cierre deparaba sorpresas.

Flamengo, que llevaba 25 partidos sin perder, apareció en toda su dimensión. Todo lo que no hizo en los 88 minutos anteriores se le dio en el final. Primero Gabigol la tocó abajo del arco, solo, tras una gran jugada colectiva, y cuando parecía que el partido se iba al alargue, otra vez Gabigol, tras un error de los centrales de River, que habían hecho un muy buen partido, fusiló a Armani. Y puso el 2 a 1 impensado.

River no pudo reaccionar. Ya no quedaba tiempo. Sólo para algunas escaramuzas que derivaron en las expulsiones de Palacios y Gabigol.

Los de Gallardo se fueron con las manos vacías, luego de haber hecho un muy buen partido. Tuvo la Copa en sus manos hasta el final. Y lo perdió en dos jugadas. Festeja Flamengo. Llora River. Así es el fútbol.