Redacción – Sebastian Vettel y Ferrari no pueden permitirse más errores en 2019 si quieren pelear por el título con Mercedes con fuerza. En la primera carrera del año, en Australia, los dos coches de Maranello defraudaron por mostrarse menos competitivos de lo esperado y, en la segunda cita en Bahrein, reaccionaron con un Leclerc estelar. Sin embargo, volvieron a fallar, en este caso con un problema de fiabilidad al final de la carrera que dejó al monegasco sin un triunfo más que merecido. Mientras, su compañero Sebastian Vettel se hundía un poco más, volviéndose a mostrar un ritmo inferior y cometiendo su primer gran error del año con un trompo ante Lewis Hamilton. Ahora, Ferrari llega al GP de China de F1 con la necesidad de reaccionar, de despertar de la pesadilla vivida en este inicio de campeonato, aunque el circuito de Shanghai no sea el que mejores recuerdos le traiga a los transalpinos, especialmente si piensan en lo sucedido en el pasado curso.
En 2018, todo parecía de cara para que Ferrari dominase en la pista china. Vettel firmó la pole por delante de Kimi Raikkonen. Doblete de Ferrari en clasificación ante Bottas, que superó a Lewis Hamilton a una vuelta. El escenario parecía inmejorable para los de rojo, pero todo se torció en un fin de semana en el que los de Maranello mostraron uno de sus puntos débiles del pasado curso, sus fallos de estrategia. Después del enorme golpe sobre la mesa que Ferrari dio en Melbourne al ganar la carrera gracias a una perfecta táctica en boxes y un enorme golpe de suerte y triunfar en Bahrein en la segunda cita, Ferrari perdió una gran oportunidad de minar todavía más la moral de Hamilton y Mercedes debido a la estrategia en China.
A Vettel no le sirvió la pole lograda en Shanghai para hacerse con el triunfo ya que tuvo que ver como perdía el liderato de la prueba con ‘undercut’ perfectamente ejecutado por los Mercedes en la estrategia.
Además de despedirse del triunfo, Vettel recibió un tremendo golpe anímico al ver como por culpa de Verstappen se tenía que conformar con acabar octavo, perdiendo muchos puntos de forma innecesaria. El holandés volvió a enloquecer y destrozó la carrera de Vettel con un toque en una acción muy temeraria en plena remontada del joven piloto.
Un año después, Ferrari vuelve al lugar en el que se empezaron a destapar los grandes problemas de Ferrari que acabaron dejando al equipo italiano y a Vettel sin el título en 2018.