Everton venció al Arsenal en un partidazo en la Premier League

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Sean Dyche ha vuelto. El entrenador inglés ha asumido el reto de salvar a un Everton que lleva un lustro a la deriva, coleccionando entrenadores (nueve desde la marcha de Roberto Martínez en 2016) y malas inversiones (700 millones de euros en fichajes, la mayoría de dudoso rendimiento) que no han compensado la venta de sus mejores jugadores (457 ‘kilos’ ingresados en Lukaku, Stones, Richarlison, Digne, Barkley, Gordon…). Un club con protestas de sus aficionados contra la propiedad de Moshiri que no quiere descomponerse del todo bajando al Championship. Con esto tendrá que trabajar un ‘Mourinho pelirrojo’ al que le va la marcha.

El Burnley de Dyche fue durante una década (2012-22) uno de los equipos más reconocidos de la Premier. Mordían, presionaban, jugaban en largo… competían. Con una intensidad física y un ritmo alto, lograron dos ascensos a la Premier y hasta clasificarse para la Europa League. Una receta que aplicó desde su primer partido con el Everton y no ante un rival ‘asequible’. El líder Arsenal, al que sólo Manchester United (victoria 3-1), Southampton (1-1) y Newcastle (0-0) le habían ‘rascado’ puntos esta temporada, sucumbió en Goodison Park (1-0).

El Arsenal hizo el peor partido de la temporada y abrió la lucha por la Premier. El penúltimo de la Liga inglesa llevó al límite con su fútbol directo al líder, que puede ver menguada su distancia esta jornada. Aventajan en cinco puntos a un Manchester City que todavía tiene que visitar al Tottenham este fin de semana. Si los de Guardiola ganan, se podrán a dos puntos con un partido más. Y el 15 de febrero reciben a los ‘cityzens’ en el Emirates. La batalla por el título está al rojo vivo después de un encuentro irreconocible del Arsenal. El balón no circuló con velocidad y sus individualidades (Odegaard, Saka, Martinelli…) no encontraron el camino del gol. Pickford no tuvo que hacer milagros.

La conexión de Turf Moor

Los ‘toffees’ fueron amargos para los ‘gunners’. El equipo de Mikel Arteta, que volvió a la que fue su casa durante siete años (2005-11), estuvo incomodísimo. El Everton le hizo un partido de ritmo frenético, saltándose el medio campo con una medular rocosa (Onana, Doucouré y Gueye) que planteó una batalla física imposible de ganar para (casi) ningún equipo. Las trincheras se multiplicaron sobre el césped. Los saques de esquina eran un suplicio. La idea de Dyche no pudo estar mejor plasmada porque, además, marcaron… ¡un gol de cabeza en un córner!

Puro ‘Dyche-ball’ fabricado por dos ex de los ‘clarets’. McNeil puso el córner y Tarkowski lo cabeceó a gol. El extremo al que dio alas en Turf Moor y el general de su zaga en Lancashire fabricaron el tanto que tumbó al líder. Y en medio de la melé, Onana (brillante en la medular) hizo un bloqueo a los defensas ‘gunners’ digno de la NBA. ‘Burnleynismo’ al cuadrado. El inglés tiró de sus clásicos en su debut con el Everton. Cuando el balón vuela alto, Dyche es feliz.

Los de Arteta intentaron revertir la situación sin dar en la diana. Ni el debut de Jorginho ni la salida de Trossard cambiaron el guion. El Everton fue una roca. Un ‘toffee’ duro, imposible de morder y de partir. Onana fue un gigante que barrió todo lo que tuvo por delante. Un derroche que se llevó por delante al Arsenal, que vivió un infierno en Liverpool. Una actuación individual de MVP.

El Everton ya no es penúltimo y sale del descenso. En Goodison Park tienen nuevo líder. Dyche les marca el camino. Quizá no se salven, pero competirán hasta el final. En una semana, el inglés ha ‘resucitado’ a un ‘muerto’. Y el Arsenal tiene que recuperar la senda del triunfo si quiere optar al título. Sólo el United les había ganado en esta Liga. Cayeron cuando menos lo esperaban. Y en estas derrotas se pierden las Premiers. El City ya asoma por detrás…