Con un gol del defensa neerlandés Nathan Aké, un secundario en medio de tanta estrella, el Manchester City del maestro Pep Guardiola eliminó de la Copa de Inglaterra al Arsenal de su alumno aventajado, Mikel Arteta, en el mano a mano entre los dos equipos que por ahora dominan la Premier League.
A todo ritmo, con alternativas, de dominio local pero ocasiones visitantes también, especialmente en la primera parte, fue el cuadro de Guardiola el que salió triunfal y logró el objetivo de alcanzar los octavos coperos y alargar la aventura competitiva en esta competición.
Es el Arsenal el que domina la Premier. El City, segundo por detrás, a cinco puntos. Pero el primer cara a cara de la temporada cayó para el equipo de Manchester que sigue inaccesible para su rival. Los ‘sky blues’ suman ya seis victorias seguidas ante el Arsenal. Solo una vez Arteta ha podido doblegar a Guardiola como entrenador.
El duelo de españoles en los banquillos cumplió con las expectativas. No lo desequilibró Erling Haaland que suma veinticinco tantos en lo que va de temporada. Ni tampoco para el Arsenal, Edward Nketiah, en racha en las últimas jornadas. Fue el lateral Aké, especialista en labores de contención, relegado en la repercusión que genera su equipo, que estuvo en el momento adecuado en el lugar oportuno para culminar una acción que llegó pasada la hora de partido, gestada con un tiro al palo del argentino Julián Álvarez y resuelta por Jack Grealish que encontró como solución al defensa neerlandés, el que llevó el balón a la red.
Todo había podido pasar hasta ese momento, con una mejor puesta en escena del Arsenal a pesar de reservar a su timón, Martin Odegaard, en el banquillo. Pudo marcar el líder de la Premier a los cinco minutos con un tiro desde fuera del área del japonés Takehiro Tomiyasu al que respondió el meta Stefan Ortega que evitó el gol minutos después a un disparo de Leandro Trossard.
Entre ambas una advertencia de Haaland que encaró al portero Matt Turner que tuvo que salir de su zona para despejar. El noruego recogió el rechace y, de chilena, buscó la portería pero el balón fue despejado por la zaga visitante.
Hubo más. Como la de Kevin De Bruyne ya en la segunda mitad, cuando aceleró el paso el conjunto de Pep Guardiola. Después llegó el gol, a la hora de juego, definido por Aké que premió el mayor atrevimiento citizen tras el descanso.
Recurrió Arteta a Odegaard y, sobre todo, Oleksandr Zinchenko y Gabriel Matinelli que dieron profundidad al Arsenal y arrinconaron al City, sostenido por la inspiración de Stefan Ortega hasta el final.
