El Masters 1000 de Roma se disputará del 14 al 21 de septiembre y no contará con la presencia de público, como medida de precaución ante la pandemia del coronavirus, explicó este miércoles el presidente de la Federación italiana de Tenis, Angelo Binaghi.

Binaghi presentó en rueda de prensa las características particulares que tendrá este torneo debido a la emergencia del coronavirus y criticó que las autoridades italianas no autoricen la asistencia de público, algo que definió como “una enorme injusticia”.

En la región del Lacio, cuya capital es Roma, no se dan las condiciones de seguridad necesarias para que entren espectadores.

La decisión generó polémica entre la organización del evento y el mundo político, y también en el seno del Gobierno, pues el ministro de Deportes del país, Vincenzo Spadafora, mostró su “perplejidad” en una carta que leyó Binaghi ante los medios.

El presidente federal indicó que el torneo ya había vendido varías entradas, por lo que se reembolsará el importe con un bono que los aficionados podrán utilizar en los próximos dos años, tanto en el Masters de Roma, como para el ATP NextGen de Milán y las finales del ATP de Turín.

“Estamos igualmente buscando una cobertura económica para quienes no quieran aprovechar este bono”, apuntó.

Subrayó que el torneo podría haberse celebrado en otras ciudades italianas como en Génova (norte) o en la región de Apulia (sur) si la organización hubiera sabido antes que Roma no iba a consentir la entrada de público: “Muchas regiones estarían disponibles para organizar el torneo con un número reducido de espectadores”, dijo.

Los jugadores vivirán en dos burbujas, una en el Foro Itálico y otra en el hotel y sus únicos movimientos permitidos serán entre estos dos lugares.

No podrán realizar paseos por la ciudad, algo que varios jugadores solían hacer en las pasadas ediciones.