Redacción  – Girona y Getafe buscaban en el Coliseum seguir vivos en la lucha por sus respectivos objetivos. Eusebio, que tuvo que dejar fuera de la convocatoria a Stuani por una pequeña lesión muscular, apostó por mantener el sistema con Seydou Doumbia como punta. Tras unos primeros minutos de tremenda igualdad en los que ninguno de los dos equipos consiguió imponerse al otro, el Girona cometió un grave error que pagó caro.

Bernardo dividió en conducción en la zona del centro del campo e intentó filtrar un pase por dentro que cortó Foulquier. El 24 de los azulones controló y lanzó un excelente pase en profundidad para Jorge Molina, que se buscó el espacio y disparó cruzado a la base del palo de la portería de Bono, haciendo inútil la estirada del portero marroquí.

Sin ritmo ni ocasiones, el Getafe obtuvo un premio que no había merecido por lo visto en el terreno de juego. El Girona, por su parte, intentaba mantener la posesión, pero la presión de Maksimovic sobre Aleix García complicaba mucho el juego de los catalanes a partir de tres cuartos de campo.

Los de Bordalás, con el técnico en una cabina de la zona de prensa del estadio, no se sentían para nada incómodos con el plan de partido que intentaban llevar a cabo los visitantes, y esperaban un error en defensa para poder ampliar distancias.

En el 43’, el Girona tuvo la más clara del primer tiempo después de una buena jugada asociativa. Pere Pons encontró a Borja por la izquierda, que recortó y puso un excelente centro al corazón del área al que Portu consiguió llegar, pero no remató con la suficiente fuerza como para superar a Soria.

El mismo panorama

En la reanudación, la tónica no fue demasiado distinta. El cuadro catalán seguía insistiendo en ser el protagonista del partido con la posesión del balón, pero totalmente inofensivos en ataque. Con el centro del campo más que poblado, el Girona no tuvo la claridad como para buscar los dos por unos por banda y aprovechar la profundidad.

En otro de los errores defensivos gerundenses, Ángel estuvo a punto de poner la puntilla a los catalanes, pero erró en el uno contra uno ante Bono. Borja, desquiciado ante las continuas decisiones de Hernández Hernández, fue expulsado con roja directa por insultar al colegiado y dejó a los suyos con diez a falta de 20 minutos para el final.

Esto, junto a la falta de ambición de los jugadores, sentenció a los de Eusebio, que encajaron el segundo, obra de Ángel, en el 76’ en una acción de contragolpe en la que la falta de actitud de los jugadores del Girona fue más que evidente. Sin síntomas de ningún tipo de reacción, el equipo acabó entregado y sin mostrar el carácter que se había enseñado hace siete días. Bono, ya en el descuento, tuvo que evitar el tercero a botas de Ángel hasta en dos ocasiones.

Girona vuelve a depender de terceros: si el Valladolid gana al Athletic, volverá a caer en descenso. Y el Getafe sigue instalado en su sueño de Champions: tiene tres puntos de ventaja sobre el Sevilla y el Valencia, que podrían ser seis sobre los ché si los de Marcelino caen en Huesca. Las dos caras del fútbol.