Ni bien logró el punto que definió el partido, tiró la raqueta y se desplomó. Y a los pocos segundos, explotó en un llanto desconsolado. Kiki Bertens, preclasificada número 5 en el torneo de singles de Roland Garros, logró una impactante victoria frente a la italiana Sara Errani por la segunda ronda del Grand Slam que se disputa en París.

El partido, que quedó en manos de la tenista holandesa por 7-6 (5), 3-6 y 9-7, duró más de tres horas y terminó con Bertens extenuada. La número 8 en el ranking de la WTA tuvo que ser asistida por el equipo médico al concluir el encuentro debido a la intensidad del juego, lo que le generó que casi todo su cuerpo quedara paralizado por los fuertes calambres. A pesar de los trabajos en sus brazos y sus piernas, Kiki se despidió de la cancha 14 en silla de ruedas.

Es más, cuando estaba siendo retirada del polvo de ladrillo y una integrante del staff de la organización intentó ayudarla para que colocara una de sus piernas en los soportes de la silla, exclamó un grito de dolor que retumbó en todo el escenario.

Más allá de la grave situación física que atravesó Bertens, el desarrollo del partido entre las europeas dejó una particular referencia estadística. Durante los tres sets se combinaron para lograr 24 puntos de quiebre, 10 de ellos consecutivos en el segundo parcial del encuentro. Gracias a la victoria frente a la oriunda de Italia, la raqueta nacida en los Países Bajos jugará el próximo viernes por la ronda 3 de Roland Garros frente a Katerina Siniakova, de la República Checa. En su primer duelo en París, Kiki venció a la ucraniana Katerina Zavatska por 2-6, 6-2 y 6-0.

A sus 28 años, Bertens acumula 10 títulos individuales en el circuito de tenis femenino. Su última consagración fue este año antes del parate de la actividad por el avance de la pandemia de coronavirus en todo el mundo. En febrero, la neerlandesa se consagró en el torneo de San Petersburgo, Rusia, que se disputó en superficie dura: en la final dejó en el camino a Elena Rybakina, de Kazajistán, por 6-1 y 6-3.

Además de la dramática definición del triunfo de Bertens, la otra noticia del día fue la gran victoria que consiguió la argentina Nadia Podoroska. La rosarina necesitó de casi dos horas para imponerse contra la kazaja Yulia Putintseva por 6-3, 1-6 y 6-2. Ubicada en el puesto 131 del escalafón mundial, la mejor raqueta de Argentina venía de cortar un maleficio para el tenis femenino de este país tras clasificar a una representante nacional al cuadro principal del Grand Slam sobre polvo de ladrillo luego de seis años. En la próxima ronda, su rival será la número 27 del mundo, la eslovaca Anna Karolína Schmiedlová.