Redacción – Cristiano Ronaldo ya puede sonríe en Turín después de terminar con su sequía goleadora en la Juventus ante el Sassuolo.
Llegó su primer doblete (0-2). CR7, que evidenció ansiedad otra vez en los primeros minutos, estalló de alegría al anotar el primer tanto del partido, festejado por todos sus compañeros, en un encuentro en el que empezó en la banda.
La Juventus fue dueña y señor del partido, aunque se le atragantó en según qué momentos ante la presencia defensiva de un Sassuolo que combinó fortuna con acierto. Empezó con ganas Cristiano Ronaldo, y también algo obsesionado con el gol. Se lamentó después de que Rogerio taponara su primer disparo y más cuando, escasos minutos después, cabeceara mal el centro de Alex Sandro. Tras esas dos acciones, el conjunto de De Zerbi decidió intensificar su presión, igual un pelo excesivamente, y el juego se trabó.
Se quiso sacudir el equipo la insistencia de la ‘vecchia signora’ con un cabezazo de Ferrari, pero en seguida Marlon se vio obligado a evitar el gol de Mandzukic. Hasta fortuna tuvo el Sassuolo, ya que un mal despeje de Pol Lirola se encontró con la cara de Consigli cuando la pelota ya se iba dentro de su propia portería.
Tras el descanso, quiso pisar fuerte el equipo de Allegri, con un Cristiano que empezó el partido en banda pero poco a poco se fue centrando. Mandzukic avisó con un cabezazo picado que sacó Ferrari y, acto seguido, Cristiano se encontró el balón tras un saque de esquina para marcar. El central del Sassuolo remató contra su propio palo y la pelota quedó muerte en la línea para que la rebañara el luso (50’). Quiso replicar al gol Boateng, con un remate de tacón de fantasía que rozó el palo. De lo poco que hizo el equipo de De Zerbi.
Y volvió a aparecer Cristiano. Como le gusta, en velocidad. Condujo la contra Emre Can, abrió para el luso y, con su clásico disparo de zurdas superó cruzando el remate a Consigli (65’). No fueron para nada las últimas oportunidades de CR7, que pudo salir perfectamente con un póker de goles. Eso sí, antes tuvo que volar Szczesny para atrapar un trallazo de Duncan. Fue después cuando Cristiano marró dos acciones en las que tenía a Consigli vendido, pero disparó desviado de forma incomprensible.
Ya en la recta final el partido se enredó. Babacar recortó distancias tras un centro de Dell’Orco (91’). En la misma jugada del gol, Douglas Costa se picó con Di Francesco, al que le propinó una patada y luego un codazo. Vio la amarilla y, minutos después, escupió en la cara del hijo del técnico de la Roma. No lo vio el árbitro, pero sí el VAR, por lo que fue expulsado por un gesto muy antideportivo, aunque eso no evitó que la Juventus y Cristiano sumaran tres puntos.