Redacción – Hoy día, los futbolistas ganan tantísimo dinero que tratan de invertirlo allí donde puedan obtener mayor rentabilidad. Hemos visto a futbolistas poniendo capital en negocios de lo más variopintos. Ahí están los casos de Sergio Ramos, que tiene una empresa de éxito dedicada a la cría de caballos -uno de ellos, Yucatán, es campeón del mundo; o el de Iniesta, que abrió una bodega de vinos. Por no hablar de Piqué, un afamado empresario que fundó una empresa de videojuegos y ahora, con otra de sus empresas, se ha hecho con los derechos de la Copa Davis de tenis.
El último en saltar al ruedo de los negocios ha sido Cristiano Ronaldo. El delantero portugués de la Juve cuenta con una auténtica fortuna y ha decidido poner un pellizco en una aventura empresarial peculiar. Y es que, CR7 ha entrado de lleno en el negocio de los implantes capilares.
El portugués ha adquirido el 50% de la cadena de clínicas Insparya, con presencia ya en Portugal, que pretende dar el pelotazo y convertirse en líder del sector a nivel mundial. Este mismo mes de marzo, la cadena de Cristiano abrirá su primera clínica de 2.500 metros cuadrados en Madrid, donde se prevé que trabajen unas 150 personas, con capacidad para realizar 18 operaciones de transplantes diarios, según recoge ‘Expresso’. El precio de cada transplante se situaría entre los 3.000 y los 6.000 euros.
El exmadridista estaría pensando en invertir unos 25 millones de euros para financiar el despegue internacional de la cadena de clínicas. Madrid solo sería el primer paso de un ambicioso plan de internacionalización, que pretende convertir el negocio del futbolista en el líder del sector a nivel mundial.
Ronaldo no está solo en esta aventura ya que se ha asociado al 50% con el portugués Paulo Ramos, con el que formará tándem en tamaña empresa. Eso sí, según ha podido saber ‘La Vanguardia’, Ronaldo ha decidido situar a su pareja Georgina Rodríguez como administradora de la sociedad que gestiona el negocio.