Redacción – La magia de la Copa conquistó el Camp Nou en una noche histórica. El torneo del KO ya tiene su remontada. ‘Manita’ al Sevilla, como en la final de la pasada edición. Esta vez para remontar el 2-0 de la ida. El conjunto azulgrana remontó en el marcador gracias a un dominio absoluto de las emociones de una noche inolvidable. Las cerca de 60.000 personas que acudieron al Camp Nou tuvieron un gran premio: otro 6-1, como el del PSG, esta vez en Copa.
El Barça arrolló al Sevilla, pero tuvo que esperar a los minutos finales para liberar toda la euforia, porque un gol del Sevilla en los minutos finales, después de que el Barça se pusiese 4-0, sembró incertidumbre de cara al desenlace. Fue mágico que Messi diese el primer penalti a Coutinho, que Cillessen detuviese el suyo y, ya con el equipo lanzado, que el Barça liquidase la eliminatoria con los goles de Rakitic, Countinho (doblete), Sergi Roberto y, ya en el tramo final, Suárez y Leo. El sevillista Arana marcó el gol del honor.
La segunda manga de la eliminatoria tuvo un libro de ruta tan anímico como futbolístico. Pasaron muchas cosas y la gestión de las emociones fue decisiva. Por ejemplo, el Barça se avanzó muy pronto de penalti. Un penalti inocente de Promes, que golpeó la pierna de Messi cuando el argentino iba a rematar. Pero Leo, con un simple gesto, dio a ese penalti un valor doble: cedió su lanzamiento a Coutinho, tan necesitado de éxitos, en un gesto formidable y generoso. No cuenta como asistencia de Messi, pero como si lo fuese. El brasileño no falló y el Camp Nou ya estaba encendido hacia la remontada.
El segundo momento culminante llevó la firma inequívoca de Cillessen. Si Coutinho había acertado, el meta holandés hizo que Banega fallase al acertar la trayectoria del balón, lanzándose al poste izquierdo. Cillessen ya se había lucido en la jugada inmediatamente anterior, al desviar al palo un remate de tacón de André Silva tras centro de Promes, que había dejado sentado a Jordi Alba. Piqué cometió penalti sobre Mesa en la jugada inmediata, penalti concedido tras consulta al VAR.
Ese penalti detenido por Cillessen devolvió al Barça el impulso que había perdido en beneficio del Sevilla. Con mucho corazón pero sin pasarse de revoluciones, Messi puso a prueba al joven guardameta Soriano, que poco después fue sorprendido por un pase en profundidad de Arthur que Rakitic fue a tratar de recoger. El croata se metió entre los centrales sevillistas y rozó el balón, que siguió una trayectoria que el portero no esperaba y se metió, botando mansamente, en la portería. Eliminatoria igualada antes del descanso.
Remontada en menos de una hora
Coutinho se reactivó definitivamente para la causa azulgrana marcando de cabeza, a centro de Luis Suárez, tirándose en plancvha y girando la cabeza al más puro estilo de los grandes cabeceadores que ha visto el Camp Nou, el tercer gol, que ya anulaba la prórroga. Y Messi, para poner el 4-0, produjo la asistencia que no se le puede contabilizar en el penalti. Cazó un balón por la derecha, inició una diagonal e intuyó el espacio que tenía por delante Sergi Roberto, proyectado hacia el área desde atrás. Leo la puso y el de Reus resolvió.
Cuando el trabajo parecía hecho, el Barça bajó la tensión y comenzó a cometer errores absurdos. Tanto de lectura del partido como de ejecución. Una pérdida de Coutinho generó la jugada del primer gol sevillista, que de hecho se materializó, lo que son las cosas, con un error de Cillessen, el héroe del primer tiempo, en la salida de balón en la jugada posterior.
Arana fusiló el gol que daba vida al Sevilla y, al rato, Messi fallaba incomprensiblemente el quinto del Bará, que podría haberlo dejado todo resuelto, desde el área pequeña tras una combinación con Luis Suárez. Y volvió a perdonar el Barça mediante Sergi Roberto, en posición avanzada tras la entrada de Semedo en los minutos finales, tras pase de Leo.
Machín hizo en los minutos finales algo más que prodigarse en todo tipo de aspavientos desagradables en el área técnica: trató de aprovechar el regalo que la magia de la Copa le había hecho y puso en liza toda su dinamita, Ben Yedder, junto a otro titular reservado de entrada, Vázquez.
Demasiado tarde. A la contra, Messi lideró una contra que culminó Suárez tras pase de Alba, con intervención de Arturo Vidal. Y, ya en el minuto 90, Leo tuvo el premio a su trabajo con el sexto, tras una jugada colectiva, con un nuevco pase de Alba.