Atalanta eliminó al Nápoles en la semifinal de la Copa de Italia y jugará ante Juventus por el título

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El Atalanta venció 3-1 al Nápoles y clasificó a la final de la Copa Italia, donde jugará ante la Juventus el próximo 19 de mayo en el estadio Olímpico de Roma.

El primer juego finalizó 0-0 y en la vuelta el Atalanta venció 3-1 al equipo de Gennaro Gattuso.

El Nápoles, rival del Granada en la Europa League, inició bien el partido con dos disparos seguidos de Lorenzo Insigne que no encontraron portería, pero su fragilidad defensiva, ante las ausencias de los centrales Kostas Manolas por lesión y Kalidou Koulibaly por Covid-19, se puso de manifiesto enseguida.

Amir Rrahmani no salió del área para taponar a Duván Zapata y el colombiano lo aprovechó para soltar un potentísimo trallazo a media altura desde fuera del área que se coló como una exhalación junto al poste (10’).

Aún no repuesto de este golpe, el Nápoles encajó el 2-0 en otro golazo, esta vez no por su potencia sino por su exquisita elaboración. Robin Gosens metió un balón al área, Luis Muriel tocó sin parar con gran calidad dejando solo a Matteo Pessina para que marcara a placer (16’).

Si en defensa hizo aguas, en esta primera parte el Nápoles no tuvo ideas en ataque ante un Atalanta que no sólo le impidió maniobrar sino que tuvo alguna ocasión para lograr el 3-0, como un disparo raso de Muriel que salió rozando el poste (32’).

Para colmo antes del descanso el Nápoles sufrió otra baja en defensa al dejar el campo por lesión Elseid Hysaj y entrar en su lugar Mario Rui. Gattuso dejó en la caseta a Eljif Elmas para dar entrada a Matteo Politano por la banda derecha y el cambio surtió efecto.

Lozano mete al Nápoles en el partido

El Nápoles salió con otra actitud, tuvo más el balón y logró el gol que buscaba para meterse de nuevo en la eliminatoria. Su autor fue Hirving Lozano, a quien le cayó un rechace, el meta Pierlugi Gollini sacó su primer remate a bocajarro, pero el mexicano rebañó el balón a la red (50’).

Gian Piero Gasperini no vio claro el partido y decidió recurrir a su crack, Josip Ilicic, y con el esloveno el Atalanta retomó el balón apoyado en un Pessina que fue creciendo. Ambos jugadores pusieron a prueba a David Ospina con sendos chuts lejanos antes de que llegó la sentencia con otro golazo.

Como en el 2-0, el Atalanta movió rápido el balón por medio de Ilicic, y Duván Zapata, quien lo puso a Pessina para que irrumpiera con potencia por el centro, superó a la defensa con un primer toque y definió picando con calidad al llegar antes que Ospina (78’).

El Nápoles compitió hasta el final e intentó el milagro con dos chuts de Mario Rui y Lozano que no sorprendieron a Gollini. El Atalanta está en la cuarta final de Coppa de su historia, primera desde 2019 cuando perdió ante el Lazio (2-0), e intentará repetir el lejano éxito de 1963.