El equipo de Pep Guardiola ganó 2-1 jugando de local
Manchester City logra valioso triunfo ante Aston Villa en la última jugada.
El Manchester City se ha acostumbrado a vivir en el alambre. El sábado venció in extremis al Everton (0-2) y hoy doblegó al Aston Villa (2-1). Esto fue gracias a un gol en el añadido de Matheus Nunes. Un triunfo que vale su peso en oro en un duelo directo por las cinco plazas que contará el fútbol inglés la próxima temporada en la Champions League.
Tras Liverpool y Arsenal, el City pasa a ser tercero con 61 puntos. Está por delante de Nottingham (60), Newcastle (59) y Chelsea (57), que deben disputar sus partidos de esta jornada 34. Tras la cual, solo quedarán cuatro por disputarse. Al Aston Villa, séptimo con 57, la derrota in extremis puede costarle caro. Esto quedó patente en la cara de desesperación de Emery, mientras Guardiola celebró eufórico el tanto de Matheus Nunes.
Pep se rodeó de su guardia pretoriana, los veteranos Ilkay Gündogan, Bernardo Silva y Kevin de Bruyne, para afrontar un partido que definió como una «final». Pep apostó por la experiencia en un momento clave de la temporada. No contaba con que, a los apenas 25 segundos de juego, Marcus Rashford recibiera y se fuera de Rúben Dias con un doble golpe de cintura. Lanzó un chut cruzado que repelió el poste.
Aún ausente Erling Haaland, Omar Marmoush volvió a ser la principal amenaza ofensiva del City. El egipcio empezó por la izquierda y su internada hasta la línea de fondo acabó en el gol de Bernardo Silva. El disparo de Bernardo lo tapó Dibu Martínez, pero el rechace le dio en su bota y se le coló el balón (7′).
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PENAL SANCIONADO POR EL VAR
El gol dejó tocado al Aston Villa tras su buen inicio. No tardó en encontrar el empate en una acción inesperada. Un penalti a instancias del VAR de Rúben Dias a Jacob Ramsey despertó la furibunda protesta de Guardiola. El árbitro le mostró tarjeta amarilla y Rashford ejecutó la pena máxima (18′).
El City volvió a la carga y encerró a un Villa que no lograba salir de su parcela. No encontraban a Youri Tielemans. Dibu Martínez fue el jugador visitante que más veces tocó el balón en la primera parte.
El portero argentino no se sorprendió por los poco contundentes remates de De Bruyne y Mateo Kovacic. Al City le faltó contundencia en ataque y echó de menos la resolución de Haaland. Haaland seguía el juego en el banquillo al lado del también añorado Rodri.
No se le puede reprochar al City que insistiera y no cesara en su empuje tras el descanso. James McAtee, apagado, tuvo una ocasión clarísima. Recibió un pase marca de la casa al espacio de De Bruyne y su intento de vaselina sobre Dibu Martínez se le fue con suspense por milímetros.
También la tuvo Rashford, peligroso las pocas veces que sus compañeros contactaron con él. Se quedó sin ángulo cuando superó la salida de Stefan Ortega y su remate se fue al lateral de la red.
El Aston Villa se había estirado algo y Emery le dio un aire más ofensivo en el tramo final. Dio entrada a Marco Asensio al tiempo que cambiaba a Ollie Watkins por Rashford.
Guardiola solo introdujo a Jérémy Doku para dar amplitud al campo. El cambio le dio resultado cuando se le agotaba el tiempo. El belga se fue por la izquierda de Axel Disasi y puso un pase de la muerte por bajo al segundo palo. Allí, Matheus Nunes, libre de marca, solo tuvo que empujar el balón.
Locura total en el Etihad para celebrar el triunfo de un City. Al equipo le falta la brillantez de años atrás, pero quiere seguir en la elite europea.
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