El 19 de mayo es el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal
La enfermedad inflamatoria intestinal puede afectar más que los intestinos. Más de 10 millones de personas alrededor del mundo viven con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
Es una afección crónica que causa inflamación en el tracto digestivo, pero también puede afectar otras áreas del cuerpo.
El doctor Victor Chedid, gastroenterólogo de Mayo Clinic, comparte más detalles sobre la EII y consejos para gestionar sus síntomas.
Las personas a menudo asocian la EII con episodios de diarrea, pero se trata de una enfermedad grave y crónica cuyos otros síntomas pueden incluir sangrado rectal, fatiga, pérdida de peso y dolor de estómago y articulaciones.
Los dos tipos principales de la EII son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
«La colitis ulcerosa solo afecta el colon y causa inflamación en todo colon, mientras que la enfermedad de Crohn puede afectar varias partes del sistema digestivo, desde la boca hasta el ano», explica el doctor Chedid.
Para algunas personas, la EII es solo una enfermedad leve.
Para otros, esta es una condición debilitante que puede conducir a complicaciones que amenazan la vida.
Es probable que se produzcan períodos con la enfermedad activa seguidos de períodos de remisión.
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«Algunos pacientes pueden desarrollar lo que llamamos manifestaciones extraintestinales de su enfermedad inflamatoria intestinal, y eso puede afectar órganos más allá de los intestinos «, dice el especialista.
No hay cura para la EII.
No hay cura para la EII. Anteriormente, la dieta y el estrés eran sospechosos, pero ahora los médicos saben que estos factores no causan la EII, pero pueden empeorarla.
Una posible causa de la EII es un mal funcionamiento del sistema inmunitario.
Cuando el sistema inmunitario intenta combatir un virus o bacteria invasora, una respuesta inmunitaria atípica hace que el sistema inmunitario ataque también las células del tracto digestivo.
Varias mutaciones genéticas se han asociado a la EII. La herencia también parece desempeñar un rol, ya que la EII es más común en personas que tienen familiares con la enfermedad.
Hay medicamentos para reducir la inflamación. Además, observar lo que come puede ayudar a aliviar los síntomas:
Limite los productos lácteos.
Haga comidas pequeñas.
Beba una gran cantidad de líquidos.
Considere los multivitamínicos
Hable con un nutricionista.
«Tenemos que centrarnos en las dietas que son ricas en alimentos antiinflamatorios y antioxidantes, y bajas en alimentos procesados que pueden ser proinflamatorios», puntualiza el doctor Chedid.
Visite su médico si tiene algún cambio persistente en sus hábitos intestinales o si tiene alguno de los signos y síntomas de la EII.
La enfermedad inflamatoria intestinal puede afectar más que los intestinos.