El técnico de Motagua lamenta que no puedan mantener el resultado
El entrenador de Motagua, Javier López no esconde su enojo tras empatar con Olimpia en el Superclásico de Honduras.
Motagua lo estaba ganando 2-1 Y Olimpia lo empató en la última jugada del partido.
López, dice que le gustó la actitud y el esfuerzo de sus jugadores, pero lamentó que no puedan sostener el resultado positivo.
¿Con qué se queda del partido y también el sabor que quizás deja ese gol de Olimpia de último minuto?
Con un sabor totalmente agridulce. Tuvimos de todo: empezamos perdiendo, le dimos la vuelta, y en el último suspiro, en una acción aislada, nos empataron el partido. Lo que esperaba fue exactamente lo que vimos: emoción, goles, espectáculo. Los dos equipos hicieron su mejor esfuerzo para brindarle a su afición la victoria. Evidentemente nos vamos con ese sabor amargo del empate en la última jugada. Hubo muchas cosas buenas en el partido, aunque el resultado no es lo que queríamos, pero seguimos creciendo, mejorando, integrándonos. Hoy se vio un equipo constante durante todo el partido, y eso es lo que uno busca poco a poco.
¿Es este el Motagua que usted quiere ver ya buscando los objetivos?
En cuanto a la intensidad, sí, claro que sí. En cuanto al juego, podemos hacerlo mejor. Arriesgamos mucho en la primera parte, sabíamos que íbamos a meter gente fresca, con velocidad, con buenas piernas en la segunda parte, y que el partido iba a estar cerrado. Eso nos salió bastante bien: desgaste en la primera parte y frescura en la segunda. En ningún momento metimos al equipo atrás, pero en una acción aislada llegó la ocasión del rival que lamentablemente no defendimos como debíamos. Hay que reconocer al rival, que es un gran equipo. No voy a decir que hemos aprendido, porque no hemos aprendido lo que pasó en partidos anteriores en los minutos finales, pero hay lecciones que la vida te tiene que explicar con más de una clase.
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Más allá de que se logre un empate, su equipo tuvo intensidad, pero le vuelve a pasar lo mismo que hace unas semanas, que al cierre le quitan el partido ¿Qué pasa?
Sí, pero hay dos diferencias. Cuando en el descuento ganamos en la Liga con Alajuelense, todo el partido estuvimos atacando en la segunda parte, encima de ellos. Díganme si Alajuela estuvo encima nuestro. Nunca. Y díganme si Olimpia estuvo encima nuestro en la recta final. Nunca. Son acciones aisladas y lamentablemente no las defendimos bien.
Lo otro que me preocupa es que cualquier mínimo error contra equipos que van bien, que tienen dinámica positiva y las cosas les salen, se convierte en gol. Nuestra defensa estuvo muy bien ubicada casi todo el segundo tiempo, a 20-30 metros del área, pero lamentablemente no lo supimos aprovechar para hacer el tercero. Tuvimos 3 o 4 llegadas en la segunda parte para hacer ese gol y no lo conseguimos. Tenemos que espabilar, mejorar tanto en las áreas como en la eficacia.
Se le vio un poco disgustado por el cierre de su equipo ¿Así se imaginaba este clásico, que se definía por detalles?
Siempre les decimos a los jugadores que este tipo de partidos se decide en los detalles. Estoy muy contento con el esfuerzo y con la intensidad que tuvimos desde el primer hasta el último minuto. Pero claro que estoy disgustado porque nadie se puede ir contento cuando en el 98 te empatan. Eso es evidente.
Sobre la alineación que sale con Matías Vázquez, Maicol Cabrera y Jhon Kleber de inicio, ¿Qué buscaba replantear para la segunda parte?
Lo teníamos previsto y anticipado. Buscábamos algo que conseguimos a medias. Luego metimos piernas frescas en la segunda parte porque quiero que el equipo, y me refiero a los 14, 15, 16 jugadores que participan, sean capaces de mantener la intensidad durante 90 minutos. Para eso, tengo que lograrlo con los que empiezan y con los que terminan. Analizamos al rival y su poderío en el juego aéreo. Al sacar a Matías y Maicol, perdimos centímetros y altura, por eso sufrimos un poco más en las acciones a balón parado.
Aun así, las piernas frescas nos ayudaron a mantener ritmo e intensidad en la segunda parte. Buscábamos ese equilibrio: un equipo equilibrado y contundente en la primera mitad, y uno más fresco y veloz en la segunda. Creo que lo conseguimos, pero nos faltó el gol. Y en la última jugada, nos fue arrebatada la victoria que tanto necesitábamos, tanto el equipo como nuestra afición. Ya no voy a pedir disculpas, sino que aprendamos de estas lecciones, que han sido muy duras en las últimas semanas.
Javier López no esconde su enojo tras empatar con Olimpia: “Un sabor totalmente agridulce”.
Olimpia empata Superclásico con Motagua en la recta final del partido










