Redacción – Neymar y su nutrido entorno empiezan a ponerse nerviosos. Agosto está a la vuelta de la esquina y la puerta del PSG no se abre camino del Barça, que es su gran obsesión. El brasileño esperaba ya a estas alturas que los dos clubs estuviesen en el tira y afloja de la negociación pero por ahora el PSG no accede a venderle y el Barça se ciñe a lo ya explicado: quiere que el club parisino le avise si lo pone en el mercado y, si eso sucede, sólo intentará ficharlo proponiendo un trueque con jugadores azulgrana transferibles de por medio. “De dinero, ni un euro”, apuntan desde los despachos nobles del Camp Nou. Esa falta de movimientos está alterando al clan de Ney, mientras el jugador está poniendo buena cara en China para ablandar a su club.
Ayer se supo que el crack no jugará con el PSG, como mínimo, hasta el comienzo de la Ligue 1 el próximo 11 de agosto, según informó L’ Équipe. El brasileño se perderá el próximo amistoso contra el Sydney FC, previsto para mañana en Suzhou (China), y se quedará en Shenzhen junto a Kimpembe para completar su recuperación. Tampoco jugará Ney la Supercopa francesa contra el Rennes, que se disputará el 3 de agosto en Shenzhen, ya que debe cumplir un partido de sanción que arrastra de la campaña pasada.