El juego finalizó 2-1 a favor del United
Manchester United derrota al Chelsea en partido de mucha lluvia y expulsiones.
El Manchester United parece condenado a no ganar un partido fácil. Pero bueno, todo lo que sea ganar es positivo y más si es la primera de la temporada y sirve para que Ruben Amorim respire un poco más tranquilo. Es igual si se trató de un partido loco ante el Chelsea, lo importante es que se sumaron 3 puntos en Old Trafford (2-1).
No fue un duelo de grandes jugadas ni ocasiones, pero sí que de muchas cosas sobre el césped. Sin ir más lejos, a los 5 minutos de partido ya había un expulsado. Robert Sánchez, que había hecho una gran parada anteriormente a Mbeumo, se fue a las duchas antes de tiempo en una jugada con los mismos protagonistas. Peinó Sesko de maravilla, la defensa del Chelsea se comió la pelota y cuando el extremo inglés iba a encarar al meta español, este midió mal la salida y se lo llevó puesto justo fuera del área. Roja de libro.
De forma muy extraña se sucedieron las cosas desde el banquillo ‘blue’ desde ese punto. El equipo trataba de sobrevivir a la insistencia del United por adelantarse mientras Maresca se vio obligado a sacrificar a Estevao para dar entrada a Jorgensen bajo palos. No fue el único, el técnico italiano prescindió del talento atacante y a los 20 minutos ya se habían ido del campo Neto y Palmer, ese con molestias, en lugar de Adarabioyo y Santos. Como poco curioso.
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PARTIDO DE EMOCIONES
El cambio de la estrella inglesa fue ya con el Chelsea por detrás del marcador. Bruno Fernandes, más listo y competitivo que nadie, siguió el cabezazo de Dorgu para tocarla antes que Jorgensen, flojo en el área y animar a Old Trafford (15′). Fue capaz mínimamente el cuadro londinense de rebajar la euforia ‘red devil’ y Casemiro vio una tonta amarilla en el centro del campo, innecesaria, que más tarde pagó con la roja justo antes del descanso, cuando por ese momento el mismo futbolista brasileño ya había doblado la ventaja de cabeza (37′).
Fuerzas equiparadas en el segundo tiempo, pero la lluvia que hizo aparición durante el duelo y la falta de recursos en ataque del Chelsea impidió la emoción esperada. Amorim retiró a Sesko y metió a Ugarte para protegerse al descanso y prácticamente no hubo ocasiones aunque lo intentaran los de Maresca. Un gol anulado a Fofana y poco más hasta casi al final, cuando a falta de diez minutos para acabar Chalobah le puso picante con un cabezazo que recortó distancias (80′). Insuficiente, pues el Chelsea, con las piernas muy cansadas, no dio más de si. Tuvo una Santos, pero su remate fue malo y eso fue todo. Cantó victoria Old Trafford, que no desea otra cosa que acostumbrarse más a ello.
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