El Brenford tuvo el honor de dar cierre a la Premier League con una victoria por la mínima ante el campeón Manchester City, que de nuevo saltó al césped cargado de jugadores secundarios con tal de evitar lesiones inoportunas de sus cracks.
Se notó que la cabeza de los de Pep Guardiola está ya puesta en sus dos grandes objetivos, la final de la CA Cup y la final de la Champions League, que se jugarán las próximas semanas y que pueden comportar un triplete inaudito para las vitrinas del club.
El partido fue pesado y aburrido. Poco ritmo y menos ocasiones depararon un encuentro más parejo de lo que hubiera parecido en un inicio. Con Ederson como el único de los indiscutibles sobre el césped, la gracia estaba en ver como se desenvolvían los menos habituales, pero jugaron un partido descafeinado. Atacó más el City pero más allá de la gran parada de Raya a Foden solo empezar y una al final de Palmer que fue increíble que no fuera para dentro, el resto de disparos salieron fuera y no llevaron demasiado peligro.
No es que hiciera tampoco mucha más el Brentford. Liderados por Mbeumo ante la ausencia por sanción de Toney, las jugadas de peligro tenían que pasar por sus botas constantemente, aunque el protagonista de las llegadas fue Mee en estrategia.
A la postre, cuando el partido parecía condenado a terminar en empate, llegó el tanto de los de Tomas Frank. Sacó una falta rápida el Brentford, cogió por sorpresa a la defensa del City y tras un mal remato de Mbeumo llegó Pinnock para mandarla a dormir (85′).
Con este tanto el Brentford se ha convertido en el único equipo de Inglaterra que ha ganado los dos partidos de Premier League.