Redacción – Luka Modric ha concedido una entrevista para el número de enero de la revista GQ. El Balón de Oro 2018 repasa un año excepcional en su carrera en la que ha logrado gran reconocimiento.
«Me hace feliz que la gente haya reconocido por fin todo lo que he conseguido en mi carrera deportiva, he tenido que ganar muchas cosas para que sucediera y sólo entonces otros se han dado cuenta de que el fútbol no es sólo goles, goles y goles».
El Hombre GQ del Año al Mejor Deportista Tras cuajar, en lo individual y en lo colectivo, un año excepcional, el croata se sincera en exclusiva en el número de GQ enero admite que el camino para llega a la cima no ha sido fácil, superando numerosos obstáculos.
«He vivido rodeado de dudas desde pequeño, por mi físico, por no tener altura. Algunos pensaban que eso era importante para triunfar en la vida y en el fútbol, pero yo nunca dudé de mí mismo», admite el centrocampista, que se encuentra en Abu Dhabi disputando el Mundial de Clubes.
El croata admite que todas las dificultades que pasó en su niñez le ayudaron a hacerse más fuerte. «Gracias a esa confianza y a esa fe en mí mismo llegué al mejor club del mundo. Al principio mucha gente tampoco creyó en mí. Es parte de mi vida, siempre rodeado de dudas, siempre escuchando que no voy a llegar a lo más alto», afirma rotundamente el ’10’ del conjunto blanco.
«Todos los reconocimientos, como el FIFA World Player o el Balón de Oro, saben mejor cuando eres consciente de que nadie te ha regalado nada. A mí nadie me ha regalado nada. Todo lo he conseguido a base de trabajar», se sincera el jugador del Real Madrid, que se encuentra muy a gusto en la capital.