Redacción – El Atlético de Madrid ganó 2-1 al Juventus con una actuación estelar de Joao Félix, que volvió a mostrar sus credenciales para convertirse en el sucesor de Cristiano Ronaldo, testigo de los dos tantos que marcó su compatriota y de un debate generacional sobre quién será la gran estrella de Portugal.
Antes del inicio del choque, todos los focos apuntaron a dos nombres: Joao Félix y Cristiano Ronaldo. Era demasiado obvio poner a uno enfrente del otro, pero había que hacerlo. En el Friends Arena de Solna (Estocolmo) se juntaban dos estrellas de diferentes generaciones del fútbol portugués. Una, Cristiano, poco a poco se irá apagando. Otra, Joao Félix, brilla cada vez con más luz.
En juego estaba el cetro del trono luso. Por lo menos de forma momentánea, hasta que empiecen las competiciones oficiales y los partidos de verdad, en los que se verán las prestaciones de uno y otro. Pero, después de la exhibición de Joao Félix, parece claro que recogerá el testigo de Cristiano para liderar el fútbol de su país. Y quien sabe si el fútbol mundial.
Con sólo 19 años, el jugador del Atlético de Madrid no se amilanó ante un equipo poderoso, el Juventus, que salió con todos sus hombres importantes al césped. El conjunto de Maurizio Sarri, se tomó el amistoso en serio. Como su rival. Ambos querían dar una buena imagen.
La pelea entre Cristiano y Joao Félix comenzó con varias intentonas del jugador del Juventus, que al principio acaparó más protagonismo que su sucesor gracias al dominio de su equipo. El cuadro transalpino, con Douglas Costa muy inspirado (el brasileño Renan Lodi y el francés Thomas Lemar sufrieron muchísimo), iniciaron el carrusel de ocasiones que se fueron al limbo.
La razón, la falta de puntería o la aparición del portero esloveno Jan Oblak. Primero, se encontró con él Giorgio Chiellini, que remató de volea un córner lanzado por el bosnio Miralem Pjanic que chocó con el cuerpo del guardameta rojiblanco.
Y, después, fue Cristiano quien no acertó con un par de intentos que se marcharon por encima de la portería rojiblanca. Luego, tras los goles del Juventus y del Atlético, volvería a mandar otra pelota a las nubes y un remate contra el uruguayo José María Giménez. Esa fue la diferencia entre Joao Félix y Cristiano. El primero, acertó. El segundo, no.
La nueva estrella rojiblanca apenas tuvo presencia en el juego del Atlético de Madrid. Pero, cuando apareció, fue letal. No desperdicia casi ningún balón. Y, en la primera parte, marcó dos. Ambos, de una calidad increíble. Su facilidad para el remate, es hasta insultante para jugadores más experimentados.
Primero, en el minuto 24, aprovechó un pase del inglés Kieran Trippier desde la banda derecha. Con el interior del pie, de volea, cruzó la pelota cerca del poste izquierdo del polaco Wojciech Szczesny para abrir el marcador. Después, en el 33, repitió con un remate complicado a bote pronto tras un buen pase de Lemar. Su plasticidad, no pasó desapercibida para nadie.
Entre medias, el alemán Sami Khedira marcó el único gol del Juventus en la primera parte. Desde fuera del área, con un disparo que pasó por debajo de las piernas de dos jugadores, batió a Oblak para establecer un empate que no tardó en romper Joao Félix.
Con ese 2-1 a favor del Atlético, que funcionó a la perfección con las novedades en el once de Marcos Llorente, de José María Giménez y de Álvaro Morata, el cuadro de Simeone se fue satisfecho al vestuario. Joao Félix, fue el gran culpable de esa felicidad.
En la reanudación, el intercambio de golpes continuó. El duelo, muy atractivo entre dos equipos sin complejos, siguió por sus derroteros pese a los cambios típicos de un amistoso. Algunos que no salieron del campo, por lo menos al principio, como Douglas Costa, seguía insistiendo en molestar a su rival.
El brasileño dispuso de la primera ocasión clara, con un disparo desde fuera del área que golpeó en el palo tras rebotar en Koke Resurreción. Fue el mismo sitio donde mandó la pelota Adrien Rabiot tras intentarlo con un zapatazo tremendo desde muy lejos.
El Atlético, a falta de media hora, hizo sustituciones multitudinarias y salieron al campo el colombiano Santiago Arias, Diego Costa, el ghanés Thomas Partey, Mario Hermoso, el argentino Ángel Correa y el brasileño Felipe. Después, aparecerían los canteranos Manu Sánchez y Rodrigo Riquelme.
Con casi todo el once inicial fuera, menos Oblak y Savic, el equipo de Simeone aún pudo acertar a marcar el tercero con un disparo tremendo de Riquelme, que ha demostrado esta pretemporada que puede ser un recambio valioso en ciertos momentos del curso. Mientras, el argentino Paulo Dybala, se encargaba de incordiar al Atlético. Sin embargo, apareció Oblak, como casi siempre.
Al final, no se movió el marcador y el Atlético culminó el verano con una nota excelente. Ya está preparado para afrontar su estreno liguero ante el correoso Getafe. De momento, el proyecto parece fiable. Todo encaja. Sobre todo Joao Félix, que este sábado avivo el debate generacional de su país. Cristiano, ya tiene sucesor.