Redacción – El City se reencuentra este domingo con el Liverpool, una pesadilla para el cuadro de Guardiola, su peor enemigo a nivel deportivo. Y además lo hace en Anfield, donde solamente recuerda dos conquistas en los últimos 37 años: “Es un lugar especial y su historia habla por sí misma, aunque el objetivo pasa por recortar esa distancia”, explicó Pep, convencido de que, a pesar de las tres derrotas que registraron ante el Liverpool el año pasado, “siempre reaccionamos de buena forma”.
Una previa que estuvo marcada por las continuas referencias al pasado reciente, si bien el técnico catalán no le da un valor especial: “Cada partido es distinto pero el Liverpool es un gran equipo, con un contraataque letal, peligrosos en segundos balones y en jugadas de estrategia. Y los tres de arriba conectan muy bien”, apuntó Guardiola, que no tuvo reparos en elogiar a Klopp: “Desde su llegada son aún mejores. Fueron finalistas de la Champions y minimizar sus virtudes pasa por tener el balón y atacar más”.
El City va cogiendo poco a poco la velocidad prevista, líder de la Premier tras el empate entre el Chelsea y el Liverpool la jornada anterior: “No me siento invencible”, subrayó Guardiola, siempre precavido ante el cuadro de Anfield, especialmente en su hogar: “Es imposible que no nos creen ocasiones. Puede pasar que el rival sea mejor y en ese caso solo puedes aceptarlo y aprender”, dijo el de Santpedor, que en su análisis recordó los errores arbitrales que hubo en los cuartos de final de la Champions pasada: “Un gol anulado no sé por qué, un penalti a Sterling, un fuera de juego de Salah…”, aunque asumió que la clasificación del Liverpool fue justa.
Con la baja confirmada de Gündogan y la de Delph y con las dudas de De Bruyne y de Mendy, que completaron parte del entrenamiento de esta mañana, el City buscar dar un golpe de autoridad a un Liverpool que viene de perder en Champions ante el Nápoles: “Doy más crédito a los méritos de los italianos por el triunfo”, remarcó Guardiola, que comentó los incidentes que ocurrieron con el autocar del City en los aledaños de Anfield hace unos meses: “El Liverpool es quien debería estar enfadado. Lo mejor sería que no necesitáramos la policía porque vamos a jugar un partido de fútbol”, apuntó un Guardiola que se ve preparado para ganar en Anfield, terreno maldito para el City.