Después de aquella derrota histórica por 2-8 contra el Bayern Múnich en la pasada edición de la Champions League, el Barcelona afrontó una cruda renovación. Lionel Messi estuvo a un paso de irse del club, la dirigencia despidió al ex entrenador Quique Setién e impulsó cambios drásticos en la plantilla como prescindir de los servicios de Luis Suárez, tercer máximo goleador en la historia de la institución.
Con la idea de provocar un rotundo cambio en las entrañas del equipo fue que el hoy ex presidente culé, Josep Maria Bartomeu, eligió a Ronald Koeman para ser el nuevo DT del Barcelona. El histórico ex defensor del conjunto catalán dejó su posición en la selección de los Países Bajos y se mudó a Cataluña con la intención de generar nuevos aires en el club donde se coronó campeón de Europa como jugador.
Así fue que una de las modificaciones que hizo Koeman fue cambiar la disposición de los jugadores en el vestuario. Según indicó el diario AS de España, el neerlandés participó activamente de la elección de los lugares donde los jugadores se cambian con el objetivo de que se genere buen vínculo entre los nuevos refuerzos y los juveniles de la plantilla.
Con la aceptación de los capitanes y del delegado Carles Naval, uno de los cambios fue el lugar que ocupa Messi en el vestidor culé. Ubicado en la parte central y de frente al resto de sus compañeros, el DT eligió que el astro argentino tenga a su lado a una de las figuras del plantel, el arquero alemán Marc ter Stegen, y que en su otro costado esté acompañado por Trincao, una de las nuevas incorporaciones jóvenes del Barcelona para este temporada.
Asimismo, otros hombres fuertes del vestuario blaugrana también están en el mismo sector que el número 10 culé: el francés Antoine Griezmann, Jordi Alba y Sergi Roberto comparten la misma zona que ocupa el mejor jugador de la historia del Barcelona.
Por su parte, para marcar la intención de integrar a los recién llegados al equipo, Koeman estableció que, por ejemplo, el lateral estadounidense Sergiño Dest se siente junto a Frenkie de Jong, que hasta hace poco tiempo compartían vestuario en el Ajax, de los Países Bajos. Un caso similar fue la decisión de ubicar al bosnio Miralem Pjanic pegado al histórico mediocampista Sergio Busquets: ambos son jugadores experimentados, con peso dentro del equipo y que comparten posición en el campo. Es más, cerca de estos dos se encuentran otras piezas importantes del equipo como el brasileño Coutinho y Piqué, el segundo capitán del Barça detrás de Messi.
Más allá de la conformación de un vestuario plagado de estrellas, Koeman también aprovechó la oportunidad para darle su lugar al cuarto portero del equipo. El juvenil Iñaki Peña, pese a no tener ficha ni dorsal del primer equipo, recibió un regalo de parte del DT por su gran trabajo y tiene su propio locker personalizada.
Después de un inicio complicado en la liga española, el pasado fin de semana, el Barcelona goleó al Betis con un gran segundo tiempo de Messi, que ingresó como suplente luego de más de un año que no lo hacía en el primer equipo. Con puntaje perfecto en su grupo de la Champions League, Koeman espera que su equipo comience a mostrar dentro del campo todos los cambios que también impulsó fuera del césped.