Redacción – Cada triunfo es un bálsamo para el Manchester United, que recuperó las buenas sensaciones que dejó en Stamford Bridge. Salvo el paréntesis en Europa, en el que asumió que aún le queda para alcanzar el nivel de la Juventus, el cuadro de Mourinho sigue su línea ascendente en la Premier, esta vez ante un Everton que no supo aprovechar sus ocasiones en Old Trafford (2-1). Lo hizo, en cambio, un United que jugó sin la referencia de Lukaku, con Rashford y con la novedad de Fred.
No logró marcar el joven inglés pero le aportó dinamismo al United, desatado cuando tuvo el balón aunque inseguro ante las llegadas imprecisas del Everton. Ese calificativo fue el que indultó hasta en tres ocasiones al cuadro local, que a pesar de su mejora sigue evidenciando sus flaquezas en defensa. Los remates de André Gomes o de Coleman, sin embargo, le permitieron salir del apuro y, secundado por el error del colegiado el United se adelantó tras una pena máxima inexistente (27’).
Anotó Pogba tras fallar el primer lanzamiento, acompañado de una carrera de pasos infinita hacia el balón, tan absurda como desesperante. La actitud del jugador francés desconcierta semana tras semana, capaz de liderar a ratos al United y de condenar a los suyos por culpa de su anarquía. En el tramo final puso contra las cuerdas a su equipo al perder un balón sencillo tras el que Smalling cometió penalti. No falló Sigurdsson, siempre peligroso ante un United que tuvo que guardar su botín.
Acabó mirando la hora Mourinho en una jornada en Manchester que no invitaba a ello. Nada más empezar el segundo tiempo el United había puesto tierra de por medio, otra vez a través de un Martial a quien han recuperado para la causa. El francés vuelve a estar motivado, protagonista de las últimas buenas noticias del club. Con un disparo enroscado, parecido a los que registró Henry en su época, el habilidoso extremo puso el 2-0 de un United que se activó y cuajó minutos más que interesantes en Old Trafford (49’).
El tanto de Sigurdsson, no obstante, inquietó a la grada y a los futbolistas locales. Motivos tenían para ello porque Bernard también perdonó una ocasión clara de un Everton que llegó al tiempo añadido dispuesto a generar el caos. Pero el United aguantó, perdonó la sentencia en una jugada de Martial que se quedó solo ante Pickford pero aseguró tres puntos para confirmar que poco a poco sigue creciendo en la Premier League.
