El partido finalizó 2-1 a favor de los colchoneros
Barcelona pierde con Atlético de Madrid en la última jugada en el último partido del 2024.
Con el liderato el juego entre el Barcelona y el Atlético, el conjunto azulgrana recibió un doloroso e inmerecido castigo después de jugar todo un partidazo en el que había perdonado una auténtica goleada al conjunto rojiblanco.
Sorloth, al culminar una contra después de una pérdida de Raphinha cuando buscaba el 2-1, sentenció a los azulgranas, que se habían avanzado en un gran primer tiempo con un golazo de Pedri y vieron cómo en dos zarpazos el Atlético se llevaba un triunfo del todo inmerecido en el segundo, en el que entre Oblak y el desacierto propio se les escapó la goleada.
Al Barça le faltó solamente el gol después de una muy buena actuación coral, con muy pocas sombras. Ahogó al Atlético, con esa presión alta y esa línea defensiva avanzada que le caracteriza. Pedri y más adelante Olmo cuando entró estuvieron excelsos entre líneas, pero los últimos metros condenaron al Barça y, al final, los goles mandan.
La alineación de Flick confirmó lo ensayado en la previa. No fue Ferran, pese a su doblete en Dortmund, el elegido para sustituir a Lamnine Yamal, que desde luego ante Galán se podría haber puesto las botas. Por ahí entró Raphinha, dejando la izquierda para Fermín, que mandó balones muy peligrosos. Como mediapunta, Gavi cogió el testigo de Dani Olmo. Puso toda su energía al servicio del equipo y participó en la creación del primer gol en una combinación con Pedri, el diseñador del juego.
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BARCELONA CON INTENSIDAD TOTAL
De entrada, el Barça ahogó al Atlético, encerrado en su parcela por el ritmo trepidante del conjunto de Flick, dirigido desde el área técnica por Markus Sorg. Ese inicio notable se tradujo en un cabezazo defectuso de Raphinha, al rematar hacia atrás un buen centro de Fermín, y un paradón de Oblak a remate del propio Raphinha después de una larga jugada colectiva con pase atrás de Lewandowski.
El Estadi Olímpic, por otra parte, no era el témpano de hielo del día del Leganés. Al contrario. La intensa puesta en escena del equipo de Flick obtuvo la respuesta y el apoyo de un público que desde el primer minuto hizo ruido y animó con cánticos a su equipo. El jarro de agua fría llegó al final.
Realmente, el juego del Barça y el ambiente invitaban a pensar en un feliz paréntesis competitivo navideño, con un liderato que confirmase y premiase el más que notable primer tramo de temporada azulgrana.
A ese excelente arranque de partido ya le faltó el premio del gol, que al fin y al cabo es de lo que se alimenta el fútbol, y el paso de los minutos beneficiaba al Atlético, que mandó un primer aviso en un cambio de juego de Gallagher buscando a Giuliano Simeone, que había ganado la espalda a Balde pero que mandó un centro impreciso que no llegó a destino.
Oblak volvió a detener un buen remate de Iñigo, Giménez evitó in extremis un remate de Lewandowski y un cabezazo de Gavi marchó fuera por muy poco. Faltaba eficacia en los últimos metros para trasladar al marcador la superioridad que se veía en el césped.
MUCHAS OCASIONES PARA BARCELONA
La magia de Pedri hizo el trabajo. El canario ya estaba moviendo el balón con soltura y maestría, cuando tomó el balón, lo condujo en diagonal sorteando rivales y combinó con Gavi, que se la devolvió de tacón mientras se giraba. Pedri recibió de cara y definió con el crack que es.
Impelido por la necesidad, se esperaba en el segundo acto de la función de Montjuïc una reacción del Atlético, que ya había salido de la cueva en los minutos finales del primer tiempo, buscando los epsacios tras la zaga barcelonista. Pero no.
Muy metidos en el partido, los jugadores del Barcelona salieron en el segundo tiempo con el mismo ánimo que en el primero, pero enfrente el Atlético también había subido una marcha. Se intuía un partido a campo abierto, pero las circunstancias iban a hacer que el Atlético volviese a su parcela.
Pobre Fermín: corrió muchísimo, desbordó, presionó y generó ocasiones, pero sigue con su mala relación con el gol. Recibió un regalo de Pedri tras una recuperación por la presión alta de Raphinha, pero remató a los pies de Oblak.
Igual que el meta frustró el gol de Fermín, como en partidos anteriores, el de Raphinha lo evitó el larguero, también igual que en el partido anterior. El brasileño mandó una vaselina espectacular sobre la salida de Oblak tras recibir un gran pase de Pedri, pero dio en la madera.
FINAL INESPERADO
Contrariado por haber perdonado el segundo en más de una ocasión, el Barcelona vio cómo el Atlético pronto iba a aprovechar las circunstancias. Una transición de Julián Álvarez acabó en rechace flojo de Casadó, que recibió de cara De Paul. Su chut ajustado entró, lejos del alcance ded Iñaki Peña.
A Simeone le faltó tiempo para poner un tercer central y dejar arriba solo al gigante Sorloth, en lugar de un inoperante Griezmann. Los hechos le iban a dar la razón. Peña evitó el segundo tras pérdida de Casadó, a continuación de un error increíble de Lewandowski, al no rematar, solo en la pequeña. Olmo, al poco de entrar, remató con clase tras una acción personal, pero salió fuera por muy poco y Raphinha y Pedri vieron cómo Oblak les birbala el gol en sendos uno contra uno tras dos pases de Olmo. E, increíblemente, con el Barça volcado en ataque, Sorloth culminó una contra tras pérdida de Raphinha y deja al Barça a tres puntos, seis potenciales. Con todas las fiestas navideñas por delante para pensar.
Barcelona pierde con Atlético de Madrid en la última jugada.