Una volea impensable, crítica y tan soberbia como afortunada de Jordi Alba en tiempo añadido le dio al Barça la victoria en Sevilla sobre el Betis, clasificando ya matemáticamente al equipo azulgrana para la Champions, acercándole al segundo puesto y dejando al Betis, campeón de Copa, casi pendiente de un milagro para acceder a la segunda plaza.
Ganó el equipo de Xavi en un partido sin gobierno y que se decidió en la parte final, vistiéndose primero de héroe Ansu Fati, que marcó el 0-1 apenas entrar en juego, al que respondió rápido Marc Bartra con el empate y que dirigió el choque a un final descarnado y enloquecido… Y en el que la fortuna sonrió al Barça cuando el empate ya era un hecho.
Si la afición del Barça sufre una desafección creciente, la comunión entre la hinchada del Betis y su equipo es digna de aplaudir. Cierto es que el título de Copa conquistado hace menos de un mes ha catapultado el ánimo del universo verdiblanco… Pero también es verdad la preocupante comparación con un Camp Nou donde el ambiente futbolero apenas es un recuerdo del pasado.
Desde el minuto cero la afición bética empujó a los suyos y los futbolistas de Pellegrini no decepcionaron en su presión asfixiante a un Barça al que le costó horrores hacerse notar en el césped. Imposible de gobernar el juego, el partido vivió una primera parte de toma y daca, con errores, imprecisiones y mucha insistencia azulgrana en buscar las bandas (principalmente a Dembélé), a la vez que los verdiblancos tenían en la mira a Borja o Juanmi, el primero frenado por Araújo y el segundo enloqueciendo a Dani Alves.
Avisó a los once minutos Dembélé con una carrera por banda, hasta la línea de fondo y centrando por abajo, provocando el rechace erroneo de Claudio Bravo y la intervención de Pezzella bajo palos tras el rebote para evitar el susto.
Probablemente en esa jugada se lastimó el portero chileno, sustituido poco después por un Rui Silva que casi de inmediato vio como un imponente Araújo remataba de cabeza al travesaño en la mejor ocasión azulgrana, insuficiente en juego y mantenido en pie por el trabajo de un centro del campo que ocultaba las demás carencias, que futbolísticamente no fueron pocas.
Respondió a la ocasión del Barça el Betis en una larga jugada, combinando con soltura ante la pasividad azulgrana en su área y acabada con un disparo raso y cruzado de Guido Rodríguez que se estrelló en el palo de Neto, evidenciando que, una vez más, la zaga barcelonista, más allá de Araújo, sigue provocando muchos sustos. Demasiados.
Se acabó el primer tiempo con la sensación de estar medio camino de la nada el Barça y de amenazar el Betis bastante más, con Fekir y Canales, con Juanmi y las subidas de Sabaly. Y la trascendencia de un Guardado imponente a la hora de refrescar el juego de los suyos.
Y el comienzo de la segunda mitad aumentó la parálisis de un Barcelona al que le costaba demasiado combinar ante la intensidad y vértigo de un rival cada vez más crecido, llevado en volandas por el ánimo de su afición y que se fue adueñando del partido hasta rozar el gol en un remate de Juanmi que salvó milagrosamente Neto como colofón a una jugada sensacional por la banda derecha.
Intervino Xavi dando entrada a Aubameyang en lugar de un cada vez más apagado Memphis y ordenó el entrenador azulgrana a los suyos que dieran un paso al frente, también aprovechando el cansancio local tras los primeros veinte minutos y yendo un paso más allá con el ingreso de Ansu Fati y Adama (por Ferran y Dembélé) cuando se encaminaba el duelo al último cuarto de hora.
Un último cuarto de hora en que se resumió la locura e ingobernabilidad del duelo. Ansu, estelar, apenas preció un par de minutos y dos intervenciones para anotar el 0-1 que parecía, ya en ese momento (76 minutos), apagar la insistencia del Betis… Pero no tardó ni otros dos minutos en igualar el equipo de Pellegrini, con una falta medida de Fekir que remató imponente Marc Bartra, dando justicia al choque…
De ahí al final fue todo un querer y no poder, de unos y de otros. Con más dominio azulgrana y corazón, a falta de pulmones, de un Betis que tuvo que arremangarse para evitar una derrota que… Llegó en tiempo añadido, con una volea impensable de Jordi Alba que le dio ese triunfo ya inesperado.
El Barça jugará la Champions y el Betis la tiene casi imposible. Y el Barça, si no falla, acabará en esa segunda plaza que le dará derecho a jugar la Supercopa.