Barcelona cae por primera vez en la pretemporada ante el Salzburgo

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El Barça sumó su primera derrota de la pretemporada (2-1) ante un Red Bull Salzburgo en el final de su minigira de pretemporada.

Por primera vez en lo que va de pretemporada, y en cuarto y penúltimo amistoso antes del inicio de LaLiga, Ronald Koeman recuperó el 3-5-2 que tanto puso en práctica del 4-3-3. Ante un rival mucho más rodado -el Red Bull Salzburgo ya ha disputado dos jornadas ligueras y la semana pasada venció al Atlético-, el técnico del Barça optó por guardar algo las espaldas, pero no le funcionó. Los locales se fueron con 1-0 al descanso, aunque la goleada pudo haber sido mayor de no ser porque Okafor falló hasta tres goles cantados, a cuál más claro.

A cuatro días del Gamper ante la Juventus, y a la espera de que se incorporen Agüero, Emerson y el deseado Messi, Koeman apostó por un once muy titular, con la salvedad de Araujo por Piqué y siguió apostando por necesidad por jóvenes como Nico González y Gavi.

Con un Red Bull Salzburgo muy bien plantado sobre el campo y físicamente mucho más rodado, el Barça encontró muchas dificultades para llegar al área contraria. Combinaba bien en la media, con Busquets y Nico llevando la manija, pero se le fundían los plomos en los tres cuartos de campo. De hecho, las ocasiones del Barça en la primera parte llegaron gracias a la intensidad y el ímpetu de Memphis Depay. El neerlandés, encargado también de botar los córners y las faltas, se las ingenió para poner a prueba a Mantl. De hecho, a los siete minutos estuvo a punto de adelantar al Barça en el marcador tras una buena asistencia de Alba -al que le pasó factura la falta de ritmo cuando defendió-, pero le robaron la cartera justo cuando iba a disparar y Camara desvió a córner. El mismo Depay centró el córner y Araujo remató fuera por el lateral de la portería. Dos minutos después, sería Lenglet quien no acertó a rematar a gol una falta del neerlandés.

Pero cuando mejor estaba el Barça, con el Red Bull utilizando la contra con la velocidad de Adeyemi, un jugador con una velocidad endiablada y una técnica exquisita con solo 19 años, quien hizo ir de bólido a la defensa azulgrana.

La primera ocasión clarísima para el campeón austríaco llegó en el minuto 25. Un fallo garrafal de Alba, que cedió hacia dentro del área para que Ludewig recogiera el balón y éste lo pusiera en el punto de penalti, llegó precedido de otro igual de garrafal de Okafor, que solo, sin Neto en la portería y Araujo en la línea de meta, disparó fuera. Tras otro error de Okaford, llegó la ocasión más clara del Barça. Memphis recibió de espaldas un pase de Alba, se giró y se marchó de Onguenge pero su chut de rosca se marchó rozando el palo.

Esta vez tampoco hubo conexión entre Memphis y Griezmann, con el francés muy apagado y sin acierto.

Después de una nueva cantada de Okafor, tras una gran asistencia de Adeyemi, y cuando parecía que el 0-0 no se movería antes del descanso, Sucic se sacó un trallazo desde fuera del área para poner el 1-0 en el minuto 43, con Neto haciendo la estatua.

Por primera vez desde el estallido de la pandemia, el Red Bull Arena registró un lleno total -completando los 30.000 asientos- y la afición se lo pasó en grande. Ni la intensa lluvia, que no cesó durante todo el partido, ni el gol del empate de Braithwaite -que entró en el 63 por Busquets- de rebote, les impidió pasarlo en grande. De hecho, su empeño llevó a su equipo a buscar el triunfo hasta el final y encontró la recompensa en último minuto con el tanto de Aaronson, que aprovechó un rechace del palo tras un disparo de Adamu dentro del área para poner el definitivo 2-1.

Koeman movió el banquillo en el 63 dando entrada de golpe a Sergi Roberto, Balde, Comas y Braithwaite, y algo surgió efecto, especialmente en Balde, que se atrevió primero con un gran centro y luego con un chut que obligó al meta Khön a estirarse para evitar el empate. El 1-1 lo logró Braithwaite de rebote, pues el balón le tocó y entró después de que primero golpeara a un defensa rival tras un centro de Dest. Antes del definitivo 2-1, el propio Dest ya había evitado un tanto del Red Bull robándole la cartera a Adamu sobre la misma línea de meta.