Roman Abramovich, dueño del Chelsea, confirmó que el club inglés está en venta y que no pedirá que se le pague ninguno de los préstamos que ha hecho al equipo en los últimos años.
“Me gustaría responder a la especulación que ha habido en los medios de comunicación en los últimos días respecto al Chelsea. Como he dicho en otras ocasiones, siempre tomo las decisiones en el mejor interés del club y, en la situación actual, la mejor decisión es vender el club”, dijo Abramovich en un comunicado.
Abramovich aseguró que la venta del club no será inmediata sino que seguirá un proceso y que no pedirá que los préstamos que ha hecho al equipo, y que ascienden a más de 1.500 millones de libras se le paguen.
“Esto nunca ha ido de negocios o de dinero, sino de amor y pasión por el deporte y por el club. He pedido a mi equipo que abra una obra benéfica y que todos los beneficios de la venta irán destinados a las víctimas de la guerra en Ucrania. Esto incluye tanto proveer de fondos urgentes en estos momentos como a aquellas víctimas que necesiten recuperación a largo plazo”, añadió el magnate ruso.
“Ha sido una decisión muy difícil de tomar y me duele mucho tener que dejar el club. Espero poder volver una última vez a Stamford Bridge para poder deciros adiós a todos. Ha sido un privilegio formar parte del Chelsea y estoy muy orgullosos de todo lo que hemos logrado”.
Abramovich compró el Chelsea en 2003 por una cantidad cercana a los 100 millones de euros y desde entonces lo ha convertido en uno de los equipos punteros de Europa, con 18 títulos desde entonces, incluyendo dos Copa de Europa.
Un consorcio estadounidense, con el multimillonario Hansjörg Wyss a la cabeza, ha sido de los primeros en mostrarse interesado en comprar el club, aunque se han mostrado reticentes con el precio que pide Abramovich.