Redacción – Aunque no se declara feminista, la boxeadora Joana Pastrana denuncia que en el boxeo «ser mujer es un obstáculo» y reconoce que el feminismo está ayudando al deporte femenino.
Pastrana (Madrid, 1990) ha conseguido un ascenso meteórico en sólo tres años, en los que dejó de lado su trabajo en la hostelería para ser campeona del mundo de boxeo de peso mínimo y asegura que hay que dar referentes femeninos a las niñas para mostrarles que «pueden alcanzar sus metas».
Quiere dejar claro que en el mundo del boxeo, predominantemente masculino -como la mayoría de los deportes-, las mujeres ya tienen un espacio y que el feminismo ha contribuido a dar más visibilidad al deporte femenino.
La laureada boxeadora es uno de los Rostros 8M que defiende, en una entrevista con Efe, la necesidad de «dar el máximo» para convertirse en un referente y que todo aquel que tenga ganas e ilusión pueda alcanzar lo que se proponga.
PREGUNTA: ¿Se considera feminista?
RESPUESTA: No, no me considero feminista. Soy una persona que respeta tanto al hombre como la mujer en igualdad de condiciones.
P: ¿Cómo la ha ayudado el feminismo?
R: Hoy en día, en lo que me ha ayudado el feminismo, ha sido a darme a conocer. La realidad es que el deporte que practico es minoritario y con toda la ola que está habiendo se me ha dado más cobertura y tengo más visión. Poco a poco estamos haciendo que nuestro hueco mediatice porque estamos rompiendo barreras y alcanzando éxitos que nunca antes se habían alcanzado.
P: Díganos dos medidas que deberían implantarse para caminar hacia la igualdad.
R: Para empezar, equipararía los salarios entre hombres y mujeres porque están realizando, y esmerándose en hacer, el mismo trabajo. Al igual que se debería incentivar a que pudieran acceder a los mismos puestos de responsabilidad. Hay que luchar por dar referentes a las niñas y yo me esfuerzo en ello. Hay que hacer lo mejor que esté en nuestras manos para que las niñas sepan que pueden alcanzar sus metas.
P: ¿Se ha encontrado con algún obstáculo por ser mujer?
R: En el boxeo ser mujer es un obstáculo porque somos muy pocas. Pero personalmente no me he encontrado ninguno porque siempre me he abierto hueco en cuanto he entrado en el gimnasio. En mi entorno profesional trabajo con hombres y eso me ha ayudado a superar barreras que, si hubiera trabajado con mujeres, no habría conquistado o llegado a alcanzar. Bien es cierto que otras compañeras sí que han tenido más obstáculos en el mundo del boxeo.