Jonathan Rougier cuenta a Diario Olé su historia y por qué se nacionalizó hondureño

0
838

El portero argentino con nacionalidad hondureña, Jonathan Rougier, en una entrevista para el diario Olé contó toda su historia, por qué decidió convertirse en un catracho más.

Acá les dejamos la nota completa de diario Olé de Argentina.

Sudamérica es una región donde constantemente se genera talento futbolístico, sobre todo en Argentina. El censo 2023 indicó que más de seis mil futbolistas -entre hombres y mujeres- juegan en el extranjero. Muchas veces es porque no tienen un lugar en el fútbol local, y muchas otras porque buscan su «lugar en el mundo» en otras tierras. Uno de esos casos es el de Jonathan Felipe Rougier quien, a principios de febrero, igualó una marca histórica en Honduras.

El 4 de febrero, en un partido entre Génesis y Motagua, Jony anotó un gol por detrás de la línea de la mitad de la cancha, convirtiéndose así en el segundo arquero en convertir en la liga de hondureña. «Vi que su arquero estaba adelantado y agarré yo la pelota. Todos pensaron que iba a salir jugando ya que teníamos un hombre más, pero vi el hueco y me acordé de Chilavert cuando gritaba: ‘Córranse, córranse’. Terminó siendo un gol que nadie esperaba», le cuenta en exclusiva a Olé.

Jonathan nació hace 36 años en un pueblo de Entre Ríos llamado Villa Elisa, donde desde muy corta edad comenzó a hacer su camino en el deporte. Inició su recorrido en las Inferiores defendiendo el arco de Colón pero, como no tuvo lugar, viajó hasta Corrientes para jugar en Boca Unidos a partir de 2009. En 2011 fue transferido a Textil de Mandiyú en la misma provincia, donde tuvo siete apariciones.

Un año más tarde pasó por Defensores de Pronunciamiento, club en el que jugó más de 100 partidos y en 2015 consiguió el ascenso al Federal A. Pero, ¿cómo se dio su llegada a Honduras? «Por cuestiones de la vida, el entrenador de Motagua, Diego Vázquez (oriundo de Mendoza), estaba viendo el partido que ganamos y conseguimos el ascenso con Depro. Quedó a gusto por cómo había jugado yo», explica. Así comenzaron las charlas por el arquero entrerriano.

La llegada a Honduras tras su ascenso al Federal A

En 2016 le comentaron a Jonathan que estaba todo listo para que se diera su llegada al club centroamericano, y un año más tarde se concretó el pase. No fue fácil: antes pasó por el temor de dejar el hogar. «Me agarró -recuerda- el famoso cagazo. Yo mucho no quería, estaba en un club lindo, cómodo, familiero. Vivía en mi ciudad, con mis seres queridos, pero mi esposa y mis padres me abrieron los ojos para aprovechar la oportunidad que me estaba dando el fútbol ya con 29 años. Era mi sueño, poder estar en una Primera División, más allá de que no sea la de Argentina. Tenía que animarme y dar el paso».

– Ya pasó un buen tiempo desde que te fuiste. ¿Cómo fue esa adaptación? Pasaste de vivir en un pueblo como Villa Elisa a Tegucigalpa, la capital de Honduras.

– Estoy mucho más expuesto, no solamente lo que es futbolístico, sino también aprender a cuidarse y cuidar a la familia. Es un mundo distinto, más en un club grande de acá como es Motagua. Por ahí en mi ciudad pequeña estaba pocas horas en mi casa, porque tal vez iba a lo de mis padres o a lo de un amigo, o a la plaza con mi hijo. Y acá uno está mucho más inmerso en la casa. Es así: de la casa al trabajo y del trabajo a la casa.

Desde aquel momento en el que tuvo que agarrar sus valijas y adaptarse a un nuevo país ya pasaron siete años: hoy es figura y capitán de Motagua, además de un referente en el fútbol hondureño. «Uno sueña y trabaja en la parte futbolística siempre. Cuando jugaba en las Inferiores uno no se preparaba para esto, hoy sí: los chicos tienen psicólogo, nutricionistas. Yo ese acompañamiento para el crecimiento deportivo no lo tenía. Fue algo más innato, algo más de querer», sostiene, nostálgico, sobre los desafíos que tuvo que atravesar hasta llegar a su buen presente futbolístico. Hoy su realidad es otra. «Tal vez estoy en el lugar que quería. Me encontré conmigo, aprendí muchas cosas y dije bueno, será este el momento», dice.

Rougier tuvo éxito desde su primera temporada en Honduras, cuando consiguió salir campeón de la Liga y de la Copa con Las Águilas Azules. Esto también le dio otra visibilidad. «Ya ir al supermercado era ir predispuesto a que me pidieran un autógrafo o una foto. Por ahí uno que no está acostumbrado a tanto es no tomarlo a mal. Al principio yo mismo me decía: ‘Pucha, ni al supermercado puedo ir’. Después empecé a entender y a darme cuenta de que tal vez esa gente no está acostumbrada a encontrarse con un futbolista y me abrí mucho más con ellos».

El sueño de la selección y el cambio de nacionalidad

Su rendimiento motivó a Jonathan a soñar con una convocatoria a la selección de Honduras, pero para que esto sucediera tenía que dar otro paso más que era la ciudadanía de ese país: en 2021 debió renunciar a su nacionalidad argentina para poder ser naturalizado hondureño.

– ¿Por qué? Imagino que no debe haber sido sencillo tomar esa decisión.

– No fue algo fácil. Cuando hablé con el embajador me comentó que tenía que renunciar a mis derechos como argentino porque Honduras no permite doble ciudadanía con Argentina. Si voy de vacaciones soy un extranjero más, entonces ahí empieza un poco la disyuntiva, pero lo hablamos con mi familia y decidimos darle para adelante. Hoy en día siento que soy un hondureño que nació en Argentina.

Según explicó Rougier, en esas tierras no está bien visto que un naturalizado juegue en esa selección. Así y todo, después de tantos trámites, la convocatoria para los primeros amistosos de Honduras en 2024 lo tomó por sorpresa: «Hablé con Reinaldo (Rueda) y le dije que estaba encantado, pero que tampoco quería generar ningún inconveniente con la Federación, ni con la prensa ni con el grup, pero que yo estaba dispuesto al 100%».

– ¿Cómo fueron esos días en la selección?

– Llegué con bastantes nervios, pero me saco el sombrero con cada uno de mis compañeros, con el cuerpo técnico, con toda la gente del staff de la selección porque me hicieron sentir muy bien.

– Falta poco para la Copa América…

– Poder ser parte de la delegación que se va a jugar contra Costa Rica el pase para la Copa América sería un sueño lindo… Ya me propongo ese primer pasito. El siguiente sería jugar la Copa América, sería otro gran sueño y otro gran objetivo del año.

Jonathan Rougier, de arquero a emprendedor

Mudarse a un país con costumbres completamente distintas fue, para Jony, una oportunidad para llevar sus raíces argentinas al nuevo destino. «Con mi esposa abrimos un emprendimiento de dulces argentinos. Ella cocina y yo cebo mate. Hace alfajorcitos de maicena, alfajorcitos marplatenses blancos y negros, pastafrola, torta de coco, torta rogel, que acá no existe, y cuando hacemos para mi cumpleaños o llevamos para alguna juntada se vuelven locos», bromea el arquero. Además, inauguró su propia marca de guantes e indumentaria para arqueros: «Al principio tenía miedo, como todos creo yo, a lo nuevo».

– ¿Cómo surgió ese proyecto?

– Fue todo después de la pandemia porque estaba difícil que la marca que a mí me daba los guantes llegara de nuevo al país. Las importaciones estaban complicadas como en todos lados. Habían aumentado un montón los costos, porque antes venían 20 barcos por semana y después sólo llegaba uno.

A raíz de esto, Jony tuvo que volver a comprar los guantes por sus medios y apareció en su cabeza nuevamente la idea de crear su propia marca: «Una noche me puse a investigar en el celular y encontré un par de fábricas. Comencé a comunicarme y ellos me mandaban modelos. Después empecé a asesorarme con una empresa de marketing argentina, porque claro, también tenía que generar toda la marca alrededor mío, hasta el momento sólo era una figura pública».

Luego de mucho tiempo investigando y buscando una propuesta que le llame la atención, encontró la indicada. «Encontré una fábrica que me gustó, me ayudó, me dio sus tiempos y ahí me animé a hacer la inversión y acá estamos. Hace muy poquito la largué, recién tenemos tres modelos de guantes que estamos promocionando, pero la verdad que estoy muy feliz», dice.

La posibilidad de volver al fútbol argentino

El buen presente de Rougier llevó su nombre al radar argentino. «Hace poquito tuve un acercamiento con un club de Primera División de la Argentina. Estuvimos ahí. No hubo nada formal, pero sí hubo un acercamiento real», desliza el arquero, cuya meta es extender su carrera hasta los 40 años.

– ¿Volverías a jugar en la Argentina?

– Sería como cumplir ese pequeño sueño, como creo que les debe pasar a muchos futbolistas que salieron de allá y no llegaron a debutar en la máxima categoría. Pero no me quita el sueño, valga la redundancia. Creo que pasa a ser más un anhelo que un sueño, también entendiendo mi edad. Si no se da y no hay nada más importante que donde estoy hoy… Estoy muy bien en Motagua, encontré mi lugar en el mundo. Así que si me toca quedarme acá por el resto de mi carrera, sería más que feliz.