Redacción – Más de 20 años han pasado desde 1997 cuando la relación entre Victoria y David Beckham salió a la luz. Él, una superestrella futbolística y ella, la cantante principal de las ‘Spice Girls’, uno de los grupos más famosos de la historia de la música. Con su boda de más de 1 millón de libras llegaron a ser el foco mediático más grande del mundo.
Pero el romance entre ellos no empezó como empiezan los cuentos de princesas. Su historia empezó con citas sin el glamour al que Victoria nos tiene acostumbrados. Quedaban en aparcamientos donde protagonizaban los encuentros más calientes y lejanos al ritmo de vida que ellos llevaban.
En su autobiografía ‘Aprendiendo a Volar’ que Victoria Beckham sacó a la luz en 2001 cuenta porqué trató de ocultarle no sólo al mundo su relación con David, sino también a su familia, amigos e incluso a su mannager. El motivo es porque por aquel entonces ella mantenía una relación con un chico, Stuart Bilton. Es decir, ella tenía novio.
Una vez el mannager de la cantante se enteró, estaba tan empeñado en que no se hiciera público que llegó a planearles una escapada para que mantuvieran su primera relación sexual: “Básicamente estaba organizando el primer lugar donde deberíamos tener sexo. Me daba la sensación de que esperaba que le dijera, ‘Oh, gracias, gracias, Simon’. Eso era una cosa que no quería que fuera programada”, asegura.
La pareja, disgustada por la proposición de Simon Fuller, hizo planes a su espalda. David Beckham fue a recoger a la diseñadora mientras estaba con el resto de las Spice Girls en Manchester para un concierto. Fueron a un hotel y el exfutbolista la llevó de regreso con la banda de madrugada para que nadie se diera cuenta de su cita furtiva, especialmente Fuller.
Finalmente la prensa descubrió la relación entre ellos, pero no fue hasta más tarde que lo anunciaron porque cuando iban a ocupar portadas murió la princesa Diana.
Actualmente siguen juntos y tienen cuatros hijos en común: Brooklyn, Romeo y Cruz, y su hija Harper.