El Australia Open sigue siendo el torneo que más le complica a Rafa Nadal, lo ganó el Open de Australia en 2009, pero continúa siendo el único Grand Slam en el que no consigue repetir éxito.
Le ha pasado de todo, desde lesiones inesperadas, como en la espalda ante Stan Wawrinka justo antes de la final de 2014 a roturas musculares o derrotas en partidos trascendentes igualados hasta la última bola.
Si durante muchos años se habló del gafe del tenis español en Australia, por las finales de Copa Davis perdidas y porque sólo hay un título individual en el palmarés, el de Nadal, éste también tiene una cuenta pendiente con Melbourne Park que no acaba de saldar. Se sobrepuso a los dolores de espalda, no a un accidente deportivo no muy habitual tratándose de él.
Vivió una situación nueva en Melbourne. Trágica. Se le escapó una ventaja de dos sets. Tras un recital de tenis, la derrota con una reacción épica del griego Stefanos Tsitsipas, 22 años y nº 6 mundial, que ganó 3-6, 2-6, 7-6 (4), 6-4 y 7-5 en 4h.05’ de espectacular partido, con tres últimas mangas de escándalo por el nivel de tenis de uno y otro.
Nadal, 34 años y nº 2, deberá esperar a Roland Garros para intentar romper el récord de 20 títulos de Grand Slam que comparte con Roger Federer, a quien tampoco quitó el de sets consecutivos sumados en Grand Slam. El español se quedó en 35, a uno del suizo. Se le escapó por errores tontos el ‘tiebreak’, dando paso a la reacción de Tsitsipas. Dos smash fáciles errados, una caña desafortunada, y a sufrir hasta padecer una situación que se repite por tercera vez.
Había derrotado a Tsitsipas en 6 de 7 ocasiones. Por momentos pareció que se repetiría el 6-2, 6-4 y 6-0 de la semifinal que protagonizaron en 2019. No selló un Nadal que estaba dando un recital, el heleno halló hueco no rindiéndose, subiendo la eficacia con el saque, que no entregó en los tres últimos sets.
Nadal, cada vez más al límite contra un adversario crecido. Dos breaks en el encuentro, que le costaron la cuarta manga y abrir paso en la quinta a Tsitsipas, que a la tercera bola de ‘match’ remató la hazaña, no sin antes salvar un punto de rotura con un gran saque. Hasta la conclusión porfió Rafa, pero el griego reaccionó y de qué manera, a lo grande.