La lesión de Messi puede ser más importante de lo que se pensaba en un primer momento. El argentino no jugó ayer ante la Real Sociedad debido a unas molestias musculares que provocaron su sustitución el pasado sábado en la victoria a domicilio del Granada. Messi ni siquiera se sentó en el banquillo ante la Real Sociedad y vio el agónico triunfo de su equipo por penaltis desde la grada.
En el Barcelona ha crecido el pesimismo en cuanto a la recuperación del rosarino para la final. Estaba previsto que le hicieran pruebas a lo largo del día porque los médicos del Barcelona temen que pueda sufrir una elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda.
Las alarmas con Messi saltaron ayer cuando fue el único futbolista que viajó a Córdoba que no participó en el entrenamiento de activación que suelen realizar los hombres de Koeman los días de partido. Ahora, el reloj corre en su contra para estar en la final de la Supercopa del domingo 17 ante el Athletic o el Real Madrid, que se enfrentan esta tarde se juega la otra semifinal.
