Redacción – Fernanda Colombo saltó a la fama en la víspera del Mundial de Rusia por culpa de un bulo que aseguraba que sería la primera mujer en arbitrar un partido mundialista.
Aquello resultó ser falso, pero puso a la colegiada brasileña en primera línea mediática, algo que le ha traído problemas.
Su belleza la ha convertido en blanco de mentes obtusas que sólo saben realizar comentarios denigrantes hacia las mujeres.
Bien lo sabe Colombo, que ha denunciado que le han ofrecido ser “señorita de contactos” en su cuenta de Instagram. “Recién he recibido este correo conteniendo una propuesta inmoral que me hizo sentir una basura. Lo único que quiero es poder trabajar con lo que amo, que es el fútbol y el periodismo. Que todos puedan respetar el camino que elegí para mi vida” escribió.
Retirada ya del arbitraje, Colombo trabaja como tertuliana en programas de la televisión brasileña, donde se ha ganado el respeto de la gente, que valora sus conocimientos futbolísticos por encima de su aspecto físico.
De ahí que sea especialmente doloroso que haya quien le ha ofrecido un “caché de 7 mil como mínimo” por “encuentros con clientes”. Lamentable.