Redacción – Rafa Nadal reapareció, tras el dolor de la rodilla derecha que le dejó fuera de Indian Wells, con nota, como no podía ser de otra manera ya que esta vuelta al circuito, un mes después, coincidía con un momento conocido y esperado de cada temporada, el estreno en la tierra batida europea.
Abrió su periplo más fructífero y vital arrasando a Roberto Bautista, 6-1 y 6-1 en una hora y 16 minutos. Recital de manual del manacorí, 32 años y nº 2 mundial, a costa de un castellonense, 31 años y 22º ATP, con poca fe en sus posibilidades viendo lo fuerte que empezaba el once veces campeón del torneo, este Masters 1000 ATP de Montecarlo.
Tercer triunfo en arcilla de Nadal sobre Bautista, que ha perdido los siete sets disputados sumando sólo 14 juegos. El balear se cita este jueves, en octavos, contra el búlgaro Grigor Dimitrov, vencedor del alemán Jan-Lennard Struff 7-6 (7-2) y 6-4.
El mes sin competir y la responsabilidad de hallarse ante la apertura del período de mayor responsabilidad de cada campaña, la que determina buena parte del baremo global del curso, fueron dos aliciente más para que Nadal enseñase un tenis que se adapta como un guante a la tierra batida, más a nivel de mar. Salió firme a la cancha Rainiero III, enseñando galones a un Bautista que enseguida captó el mensaje de que no era su día.
Nadal acribilló el revés de Bautista con sus drives cargados de efecto y bote de pelota hacia el infinito. Esa pelota es una auténtica losa cuando toca las cuerdas del adversario. Una cualidad made in Rafa, explotada al máximo para sumar la manga inicial en sólo 32 minutos.
El 6-1 se repitió en el segundo set, aunque de mayor trabajo de Nadal, que remontó cinco pelotas de ‘break’, las tres primeras con un 0-40 en el cuarto juego. Ante la dificultad, respuesta inmediata de rey de la superficie de Rafa, exhibiendo una derecha de tiralíneas.
Y también mucha ayuda de Bautista, que sólo hizo dos golpes ganadores, por los 20 del balear. Sí empataron a errores no forzados, 16, pero el levantino los acumuló yendo a la deriva, mientras que el isleño los hizo buscando mayor agresividad, con margen además de intentar cosas por la holgura del tanteador.
Nadal, 57 coronas en tierra batida, ganó su partido 69, de 73, en Mónaco. Su balance en arcilla es de 416 victorias y 13 derrotas, superando el 92% de eficacia.
Primer paso firme en esta carrera de fondo, a ritmo trepidante, que pasa por Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y París.