Rafa Nadal se lesionó en su partido de segunda ronda del Open de Australia contra el estadounidense Mackenzie McDonald. Muy mermado desde que sintiera una punzada en la cadera de la pierna izquierda, en el séptimo juego del segundo set, decidió sin embargo no retirarse, aguantar en el Rod Laver Arena hasta que su rival selló la clasificación para tercera ronda ganando por 6-4, 6-4 y 7-5.
Más tarde, ante los medios de comunicación, Nadal confirmó que la dolencia se centraba en la cadera. Y reveló que ya había habido alguna molestia en una zona que había dado problemas en otras ocasiones.
“Han sido un par de días con dolor, pero nada comparable a lo de hoy tras el movimiento ese. No sé qué está pasando, si es en el músculo, en la articulación. Hay antecedentes. Ahora siento que no puedo moverme, pero no sé bien qué es hasta que haga todas las pruebas, hasta dónde llega el tema”, explicó.
No abandonó la pista tras el tratamiento. “Lo intenté, pero no fue posible. Siendo el campeón no quería retirarme”, señaló.
Pasó por su cabeza. “Sí, lo consideré, pero ni le pregunté al fisioterapeuta. Al final yo me conozco. Y traté de seguir jugando sin agravar la lesión. No podía pegar de revés, no podía correr a por la pelota. Sólo quería acabar el partido. Eso era todo”.
Ante Taylor Fritz, en Wimbledon, aguantó pese a que su padre le invitó a dejar la central. Y ganó. “Ni he preguntado a mi equipo, soy mayorcito para tomar mis propias decisiones. No quería retirarme. Quise intentarlo hasta el final. Mejor acabar así, felicitando a tu rival”. Y aseguró que “me dolió más la de Wimbledon, ahí estaba preparado para ganar el torneo”.
Otra vez a lidiar con una lesión: “A veces es frustrante. A veces es difícil de aceptar. A veces te sientes súper cansado por todo esto en términos de lesiones. Son muchas y el vaso se va llenando. Pero siempre lo he sabido manejar a lo largo de mi carrera”.
Aunque, reconoce el impacto del nuevo suceso “No puedo decir que no estoy destruido mentalmente en este momento porque estaría mintiendo. Es duro. Espero que no sea grave. He pasado por esto demasiadas veces en mi carrera, y estoy listo para hacerlo de nuevo aunque no es nada fácil”. Y avisa: “No voy a renunciar a nada”. Continúa con ganas de batalla.