Ucrania había puesto de cabeza a Países Bajos. El equipo de la leyenda Andrey Shevchenko emparejó un 2-0 en contra, pero un cabezazo de Dumfries apagó la insurrección en el Amsterdam Arena, para que los Países Bajos ganaran 3-2.
Ucrania había provocado escándalo desde antes de iniciar su participación en la Euro 2020 y casi también da la nota por su desempeño en el campo. Los dirigidos por Andrey Shevechenko habían llamado la atención mundial por su polémica playera en la que se incluía la península de Crimea y también captaron las miradas por poner en aprietos a los Países Bajos.
Hasta el minuto 75, parecía un juego de trámite del equipo para los Países Bajos, porque el equipo local en el Amsterdam Arena ganaba con facilidad por 2-0, gracias a un tanto de Wijnaldum y otro de Weghorst.
El equipo de Shevchenko cambió el cuento en los últimos minutos, porque al 75 Ucrania reaccionó con un golazo de Yarmolenko, que provocó la sorpresa de hasta el propio Stekelenburg, que no pudo hacer nada ante el golazo del jugador del West Ham.
La revolución de Ucrania iba más allá de la pinturita de Yarmolenko, porque en cuatro minutos, el equipo que pelea con Rusia por incluir a la península de Crimea en su playera, tenía el partido empatado a dos tantos. El 2-2 lo anotó Yaremchuk.
Shevechenko festejaba la brava reacción de su equipo, aunque Holanda tenía todavía una sorpresa más para el cierre del partido.
Dumfries aprovechó la euforia de los ucranianos, que felices por el empate a dos, se dedicaron a buscar más en el Amsterdam Arena y se despistaron en defensa, suficiente para que un cabezazo, tras un pase de tiro libre, se convirtiera en el 3-2 a favor del equipo de los Países Bajos.
