Redacción – Hace dos años dio la vuelta al mundo una imagen de un niño de Afganistán luciendo una camiseta de Leo Messi hecha con una bolsa de plástico. Ese pequeño era Murtaza, quien después tuvo la oportunidad de conocer al crack del Barça en un partido amistoso celebrado en Qatar contra el Al Ahli.
Tras aquel encuentro, Messi le regaló dos camisetas firmadas, una del Barça y otra de Argentina, que Murtaza recibió con una gran sonrisa en los labios. El tiempo ha pasado y ahora el joven Murtaza y su familia están viviendo una complicada situación después de que un grupo talibán realizara un ataque sobre su casa en la región de Jaghori, dejándolos sin hogar y sin los regalos de Messi.